fbpx

La heroína que me trajo al mundo

La heroína que me trajo al mundo

La heroína que me trajo al mundo es una mujer que desde muy pequeña trabajó duro, sin embargo, nunca perdió el deseo de convertirse en profesional y así me dio la lección de vida más importante y que me ha sostenido: no rendirme jamás.

No comparto mucho el gusto por escribir, siempre he creído que ese don se lo repartieron completo a mi hermana mayor, pero cuando me invitaron redactar un homenaje sobre mi madre, me fue imposible decir que no y aquí va mi tributo a esa heroína de carne y hueso que me trajo al mundo en un parto con la comadrona que recibió a casi toda mi generación que nació en mi tierra natal.

Disfruto mucho cocinar platillos típicos y cuando me preguntan dónde lo aprendí le doy todo el crédito a mi mamá, de hecho, ella me enseñó a coser a máquina, amar las plantas, afanarme por ver el piso como un espejo (una tarea que me sacaba las gotas de sudor) y así podría enumerar una lista enorme de acciones y hábitos que son parte mi vida y que solo pudieron ser impulsados por el ejemplo de lo que ella hacía con tanta facilidad.

Además, están esas enseñanzas que llevo impregnadas en el corazón y me acompañan a miles de kilómetros de distancia. Esos actos heroicos que llegaban a través de sus dulces palabras, sus abrazos melosos y apapachadores. La he admirado desde que se desvelaba por estudiar y obtener su título de maestra cuando ya tenía dos hijas adolescentes, así que debía ocuparse del hogar y hacer tiempo para pasar horas estudiando.

En otras temporadas la vi sentada en su máquina cosiendo edredones, cortinas y nuestra ropa. Cómo olvidar sus deliciosas longanizas que hacía con su propia receta y así se las ingenió para aportar en el hogar para que no nos faltara nada.

Ella aprendió a trabajar desde corta edad, siempre nos relataba lo que debía hacer para llegar a tiempo a su escuela, creció en un hogar con pocos recursos económicos, pero eso nunca menguó sus ganas de salir adelante o disfrutar de las cosas pequeñas de la vida, como un buen trozo de pan hecho en casa, bañarse en el río, madrugar para caminar a la orilla del lago de Atitlán.

A pesar de no haber sido mimada ni consentida de niña, lo hizo con sus dos hijas. Nos ha amado con sus tamales, el mole, sus mermeladas de membrillo y sus tamalitos de elote. Nos dio lo mejor de ella, de su tiempo, sus grandes carcajadas, nos mimó con canciones, cálidos abrazos y besos amorosos.

Además, su corazón ha tenido espacio para el perdón, para olvidar rápido las faltas y las ausencias. Hoy que vivo lejos de ella he podido reconocer que su ejemplo me permitió volver a empezar, volver a creer y volver a soñar en que las cosas pueden salir mejor.

Gracias, mamita linda por ser una heroína hecha con puro amor y detalles, por dejarnos un legado invaluable. Soy increíblemente afortunada por tener a la mejor mamá del mundo.

Mujer, madre y amiga fiel.

Máriory Leonzo – who has written posts on Ladrona de frases.


Máriory Leonzo
CONTRIBUTOR
PROFILE

Artículos relacionados

Leave a Comment

Your email address will not be published. Required fields are marked with *

– who has written posts on Ladrona de frases.