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Cómo me convertí en veterinaria

Cómo me convertí en veterinaria

Ser la persona a quien le confían esos pequeños seres que son una extensión de las familias es un honor, sin embargo debo admitir que ¡soy veterinaria por accidente!

Digamos que por accidente descubrí mi pasión. Creo que a veces el destino llega así sin darnos cuenta y transforma nuestro entorno, con frecuencia las ocupaciones cotidianas pasamos por algo los pequeños detalles.  

Mi nombre es Renata Kirste, tengo 33 años. En el 2004 nos trasladamos a vivir a Alemania junto con mi familia. En ese momento no sabía ni una palabra en alemán, así que, durante 6 meses me tocó aprenderlo en un colegio multinacional y luego me integré a los estudios, fue muy divertido porque no lo entendía mucho, pero pasados los años logré adaptarme.

En Alemania es un requisito hacer prácticas profesionales en cuarto curso para orientar a los estudiantes en la carrera que quieren estudiar y cuando faltaban dos días para entregar la firma de la empresa que debía aceptarme yo no tenía nada. Como recurso de último momento fui a una floristería (esas tiendas en donde cada rosa cuesta 20 euros) y me aceptaron. Así que empecé a entregar flores bajo tormentas de nieve durante los meses en invierno y con miedo a que se destruyeran los arreglos.

Esa experiencia me ayudó a que el año siguiente me propusiera buscar un lugar mejor, ya que debía volver a realizar prácticas. A estas alturas de mi vida no tenía muy claro lo que quería estudiar.

La madre de un muy buen amigo me dijo: pregúntale al veterinario, el doctor Shippers, él acepta alumnos y de repente te quedas trabajando en su clínica. Hablé con él, me aceptó y en ese momento todo empezó.

El primer día que llegué me dijo:

—Ponte guantes vamos a operar. —Pero nunca he hecho eso— le dije asustada.

—Para eso estoy yo— contestó.

En otra ocasión, recuerdo que me dejó inyectar a una rata, algo fascinante para mí. Me pareció una experiencia increíble, así que después de finalizar mis prácticas me quedé trabajando durante dos años como su ayudante. Ahí supe qué quería hacer en la vida.

Después de 5 años de vivir en Alemania decidí regresar a Guatemala para estudiar la carrera en la Universidad de San Carlos de Guatemala. Luego trabajé como veterinaria y después sentí que hacia falta algo más, eso me llevó a  estudiar una Maestría de Medicina Interna y Cirugía de menores en la Universidad de Murcia.

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En los estudios de especialización hay cupos limitados y  por eso pasó por mi mente que la posibilidad de que aceptaran a una guatemalteca era muy limitada, pero al final pensé ¡qué puedo perder! Realicé los trámites, envié los mil papeles que me pedían y lo puse en manos de Dios. EL 29 de septiembre del 2016, recibí un correo a las 4:30 de la mañana: ¡admitida! La esperamos el 7 de octubre.

Mi alegría no cabía, me fui con maletas y una mochila a perseguir un sueño, me gradué en el 2017 y gané el premio a la mejor tesis. Ahora recuerdo al Dr. Shippers y reconozco que me falta muchísimo por aprender, pero también estoy segura que con perseveracia y esfuerzo todo se logra.

¿Por qué les cuento esta historia? Porque estoy convencida que todas tenemos  la oportunidad de cambiar el destino de quienes nos rodean sin darnos cuenta. Tu destino puede concretarse de la manera en que menos lo imagines.

Soy una mujer que trata de vivir la vida al máximo. Disfruto mi profesión y especialmente a mi familia. Soy Veterinaria graduada de la Universidad San Carlos de Guatemala y tengo un master en Medicina de Menores en la Universidad de Murcia, España, (perros y gatos).

Renata Kirste – who has written posts on Ladrona de frases.


Renata Kirste
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