¿Qué sería de tu vida sin la compañía de tus amigas? Si observas con detenimiento notarás que no hay muchas ni pocas, al final están las correctas.

La vida está marcada por etapas que suelen venir con amigas. Las de colegio, las del trabajo, aquellas que son necesarias para pasarla bien en un viaje o una party.

Más allá de la algarabía y las décadas llenas de felicidad están quienes han estado en los momentos menos glamorosos. Si bien este grupo se reduce considerablemente, es el más importante.

A través de los años logras identificar dos tipos de amigas: las de ciertos momentos y las de la vida real. Dentro de esta segunda categoría encontrarás aquellas que aparecieron en momentos clave de tu vida, con ellas hiciste cosas que jamás olvidarás y más adelante desarrollarás vínculos eternos con las que decidieron permanecer en los procesos en los que el fulano que pensabas que era el indicado te dejó o te traicionó, durante el divorcio, la banco rota, el fracaso de un proyecto o los problemas familiares que a pocas personas les compartes.

Sin importar cuántas amigas tengas, siéntete afortunada porque no falta ninguna ¡ellas son las correctas!

Las correctas

En el camino se depura la lista, pero yo tengo a las mismas desde hace varias décadas. Estuvieron en la boda, en mis dos baby showers y han estado ahí para hacerme reflexionar cuando he creído que no doy una más…

Hace poco una de ellas caminó al altar, me hizo testigo de un momento tan maravilloso y en el camino me hizo reflexionar de la gran bendición de tenerla en mi vida, ella es una mujer detallista y fuerte que siempre anda viendo cómo ayudar a otras. A pesar de que ha vivido etapas duras nada le ha impedido sonreír ni mantener de pie a su familia. Uno de sus valores más sólidos es la fidelidad.

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Mi amiga del alma es una de las mujeres más alegres que conozco. Tiene un corazón de mamá inmenso, el mismo que la llevó a desafiar muchos pronósticos médicos con su hijo y aprendió un lenguaje nuevo para sacarlo adelante. Ella no solo estuvo en mis locuras, también se sigue carcajeando con toda la intensidad que pueda existir cuando recordamos cómo sobrevivimos a una etapa en la que la autoestima estaba en niveles bajos. Ella me perdona que yo no tenga la buena memoria que ella tiene, donde almacena las fechas de los cumpleaños de mis hijas y eventos especiales. La palabra con la que la relaciono es la incondicional.

Cuando conoces a una persona que se levanta de los procesos más duros de la vida descubres de qué está hecha… Yo encontré que su fuerza no viene de su profesionalismo sino de sus valores que están conectados a Dios y desde ahí me ha hablado y ha consolado en mis momentos difíciles. He orado agradeciendo a Dios por cruzar mi vida con la de ella. Ella es una de las mujeres más valiosas que tengo a mi lado.

También está esa amiga silenciosa con la que tengo pocas selfies y con la que me reúno pocas veces, pero no sé porqué la siento cerca… Es como si Dios congelara el tiempo de la ausencia para que cuando nos juntemos todo se retome donde quedó. Ella tiene décadas de estar y hacerme sentir que nunca estoy sola.

Mi lista no estaría completa sin el aporte de quien aconseja con amor. Ella es la que no juzga cuando escucha las debilidades sin filtro, apoya sueños y comparte sus propias experiencias sin temor que alguien las replique.

¡Yo no sería nada sin estas cinco mujeres! No solo porque me han sostenido en mis momentos más oscuros, sino también porque me han enseñado a ser amiga y en el proceso me han escuchado decir lo mismo mil veces y las diferencias de criterio no se interponen en nuestra amistad.

Hay otras que han llegado, pero por una u otra razón ya no están en la foto, sin embargo, han contribuido a formarme y me han dejado grandes lecciones.

Si puedes hacer un repaso de tus amigas verás que cada una ha dejado una huella grande en tu corazón y es tiempo para que les hagas saber cuánto valoras que estén en tu vida.

Claves para conservar amistades toda la vida

– Acéptalas como son, no intentes cambiarlas.

– No juzgues. El juicio del mundo ya es muy grande como para que se introduzca en el círculo de la amistad.

– Perdona, la amistad requiere de una dosis grande de perdón ¡concédela sin que te la pidan!

– Demuestra que te importan.

– Sé fiel a los momentos de cordura en la misma proporción que a los momentos de vulnerabilidad ¡nunca las expongas!

– Lo que pasa en el grupo ¡se queda en el grupo!

– Sé siempre honesta con ellas.

– Ningún hombre debe tener el permiso de separarte de tus amigas.