Si tu mente la tienes en equilibrio, partiendo de tu paz interior, no importan los factores externos que hay a tu alrededor, podrás manejar la situación adecuadamente con tranquilidad y serenidad.

Justo en la recta final del año, en Guatemala nos ha tocado vivir semanas complejas, volátiles, porque no decir “temerosas”, sí, con miedo al qué va a pasar por la incertidumbre provocada por algunos ciudadanos infames.  Además, en pleno cierre del ciclo escolar, muchos niños y cual época de COVID tuvieron que volver a vivir encerrados en casa sus últimos días de clases.

Ante ese escenario debemos preguntarnos ¿cómo vivimos cada una de nosotras una buena salud mental? Nosotras, siendo mujeres de negocios, líderes empresariales, también, muchas tienen el rol de esposa y madre, líderes del hogar. ¿Tenemos la capacidad de transmitir salud mental a nuestro entorno o provocamos más caos?

En la mente reside el peor enemigo. La mente siempre ha sido un problema para el ser humano. ¿Quién no tiene complicaciones con su mente? ¿Quién no se deja llevar por sus pensamientos, que incluso pueden ser mortificantes y producen un gran desasosiego?

Sin lugar a duda, la mente es un gran misterio. Hay sabios de Oriente que han aseverado que la mente es el mayor misterio del mundo. Sus caminos son secretos e impredecibles. Para bien y para mal, la mente es muy fuerte… o puede serlo.

Si una persona se pone al servicio de la perversidad, se vuelve la más perversa; si se pone al de la bondad, se torna fundamentalmente bondadosa. En la mente nace el pensamiento y hay una instrucción muy antigua que reza: «Así como piensas, así eres.» Pero la mayoría de las personas no sabe dominar y dirigir sus pensamientos. ¿Cómo los dominas tú o eres presa de tus pensamientos?

Con una buena mente podemos disfrutar, relacionarnos armoniosamente, mantenernos sosegados y claros. Nada como una buena mente que nos beneficie a nosotras y a los demás. ¿Qué es la mente? La mente es un órgano que nos permite percibir, conocer, recordar, imaginar, pensar y sentir.

Somos biología y somos mente. Un ser humano es un cuerpo físico y un cuerpo mental. Uno y otro se influyen recíprocamente y, al decir de los antiguos sabios de la India, el cerebro es el cuerpo de la mente. La mente es el mundo y el mundo es la mente.  ¿Cómo esta tu mundo y el de las personas que dependen de ti?  ¿Qué irradias al mundo desde tu salud mental, desde tu paz interior?

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No hay persona que no tenga situaciones adversas o que no esté expuesta a las influencias nocivas del exterior, pero si ha seguido una disciplina mental, logrará mantenerse en su «punto de quietud» incluso en la inquietud, conseguirá conservar su centro a pesar de las circunstancias que tienden a descentrarle.  Fácil o difícil, solo puedo decirte que es una decisión tuya, personal y para ello debes tener rutinas que te ayuden a lograrlo, para algunas será orar, meditar o yoga, actividades donde tu mente esté en calma, encontrándote contigo misma.

El autodescubrimiento de la propia vida interna es, una vez más, imprescindible, y máxime en la tarea de equilibrarse emocionalmente, recordemos que la mayor parte de los miedos son creaciones de nuestra mente. Cuando reconocemos la causa de nuestros propios miedos, entendemos que los miedos son consecuencia de la falta de amor.

No puedes controlarlo todo, pero puedes controlar cómo respondes a las cosas, así que mantente firme y mantén la calma. La salud mental está en tus manos, tú decides vivir en calma o en caos. Tú decides emerger con un mayor nivel de conciencia y así mantener el control y una sana salud mental no solo para ti, sino para los tuyos.

La mente que nos ata es la que nos desata, la mente que nos esclaviza es la que nos libera y no da alas para llegar a lo más íntimo de nosotros. Nada hay tan importante como tener una buena mente, sana, amorosa y compasiva. Una buena mente está en quietud, no crea conflicto innecesario, teje vínculos de amistad con los demás; te da ecuanimidad para afrontar los desafíos con paciencia y fortaleza; si tenemos una mala mente da igual cuanto tengamos, pues no lo usaremos positivamente. Una mala mente, es prepotente y se jacta de todo, no nos permite disfrutar, la mente negativa intervendrá y asesinará la frescura del momento. 

Recuerda, lo importante que es para ti hacer cosas que te traigan alegría. Baila, canta en voz alta, lee un libro, llena tu espacio nocturno con velas, mira una película divertida, cuenta un chiste, ríe. Haz las pausas necesarias para aquietar tu mente, tu alma, tu cuerpo. Irradia tu luz, tu amor, porque juntas invencibles.