¿Hay crisis en la cama cuando llegan las cuatro décadas?»

Siempre se habla de la importancia de alimentar diariamente la llama del amor y la pasión, pero es una realidad que la rutina, el aburrimiento y la sequía pueden aparecer en los 30´s, 25´s o 40´s, es decir en cualquier momento. La pareja propicia pequeños distanciamientos que hacen que esa llama se disipe y enfrenten el reto de superar el estrés, las carreras, las pocas ganas, la falta de tiempo para mantener una saludable vida sexual.

En mi experiencia profesional he notado que los enemigos más comunes que hay que combatir son:

Mala comunicación: en la actualidad la pareja se ha acomodado a hablarse poco y mensajearse mucho. Cuando no existe una conexión de hablarse y demostrarse importancia mutua, la distancia aparece. Para la mujer es muy importante la comunicación, es su forma de conectarse con la persona que ama y cuando ésta falta, la conexión sexual falla. Sin lugar a dudas este pilar es la base de cualquier buena relación, por eso es importante que la pareja siempre tenga un espacio para hablar, intercambiar opiniones y sobre todo, demostrar interés en escuchar a su pareja, no solo hablar por hablar. Este proceso propicia un vínculo y el ambiente cómodo para tener una conexión más íntima que se refleja en la cama.

Poco tiempo juntos: las carreras cotidianas provocan que se dediquen poco tiempo y no compartan actividades que antes los unían. Es vital que se dediquen un tiempo a la semana para oxigenar la relación, ese período recupera el interés y fortalece el vínculo que los une en todos los niveles.

Falta de creatividad: cuando se inicia la vida sexual en pareja hay un período en el que todo parece nuevo y eso facilita el gozo y aumenta el placer, pero conforme el tiempo pasa el acto cae en la repetición, no se practica nada nuevo. En la crisis de la edad de los 40 y ante los cambios físicos, la mujer suele desvalorizar su cuerpo y esa incomodidad la refleja en la cama, olvida que el vínculo de la pareja va más allá de lo físico. Es importante que ella deje el temor de hacer cosas diferentes. Se debe enfocar en valorar cada encuentro como si fuera el primero, animarse a descubrir, conquistar y renovar con su pareja. Las caricias, besos y encuentros son capaces de alejar a la rutina.

Egoísmo: este punto se manifiesta de diferente forma entre hombres y mujeres. La mujer lo exterioriza cuando usa el sexo como un arma para castigar y manipular. Por su lado, el hombre lo expone cuando solo busca su eyaculación y no el placer de la pareja. En este punto es necesario profundizar y hacer un análisis personal sobre cómo se percibe el sexo y a la pareja, luego tener la confianza de comunicar esos pensamientos para tomar en cuenta al otro y eliminar este rasgo tan dañino en la relación.

Sin importar tu edad o la de tu matrimonio, la llama de la pasión no se apagará si decides afrontar el desafío de mejorar en estos cuatro aspectos e involucrar a tu pareja para que juntos disfruten de vida sexual plena.