Mi familia ha sido vital en el proceso de convertirme en capturadora de momentos a través de mi lente fotográfico.

Vengo de una familia que me ha heredado el regalo más grande que es disfrutar de cada momento de la vida. Así que crecí como una mujer a quien le gusta ver la vida con ojos de felicidad, esperando lo mejor de cada persona y de cada situación.

Podría decir que soy una mujer de corazón apasionado y de ideas grandes, sin miedo a probar lo nuevo y lo desconocido. Al mismo tiempo, soy una esposa, mamá orgullosa y enamorada de mi familia. Mi felicidad está en el tiempo que paso con mi esposo y mis hijos. Ese es mi trabajo más importante y con el que tengo mayor compromiso.

Hace 6 años comencé con mi primer emprendimiento que nace de ese mismo deseo de querer vivir cada momento al máximo y de disfrutar cada situación que desarrollé en cada una de las piñatas de mis hijos. Me esmeraba mucho en cada detalle y quería preservar tantos gestos y risas de la gente que llegaba. Entendí el valor por la fotografía, pero más allá de la imagen mi anhelo era capturar el momento único para congelarlo en el tiempo.

Después de unos años que empecé a hacer montajes en eventos con fondos y accesorios, yo les tomaba las fotos a los invitados, pero me parecía que se perdía la espontaneidad y fue en este momento que empiezo a buscar algo que me ayudara a alcanzar mi visión a través de The Moment Booth.

A través de esta iniciativa, les otorgaba a los asistentes una foto impresa de esos momentos tan especiales, esa carcajada, esa expresión, ese beso, esa complicidad entre amigos o parejas…Cualquier pequeño momento que pudiera pasar desapercibido para alguien más. La propuesta ha sido convertir el instante común y ordinario en algo increíble.  

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Mi deseo se materializó y mientras tanto alguien me había estado observando atentamente. Un día, esta persona me sorprende regalándome una cámara y un diplomado en fotografía en un establecimiento con mucha trayectoria. Mi esposo, a quien no puedo agradecerle lo suficiente el que haya visto en mí la pasión que siento por la fotografía y me haya motivado a perseguir este sueño, ha sido mi motivador número uno y ha podido visualizarme como fotógrafa.

Mi empresa ha sido todo un éxito y yo empiezo a dedicarme de lleno a mi carrera como fotógrafa con la visión de regalar a los demás eso que yo veo a través de mi lente. Inicialmente quería dedicarme a fotografiar bebés para poder capturarlos en las primeras 48 horas de recién nacidos, pero como mi personalidad no me permite dedicarme a una sola cosa, ahora soy fotógrafa de todos esos momentos que en el futuro se convierten en oro puro.

Cuando pienso qué es lo que más me gusta fotografiar, no puedo decidirme inmediatamente. La verdad todo acontecimiento o celebración tiene algo que me envuelve y me enamora porque ahí es donde ocurre la magia.

Cada proyecto que comienzo trae ilusión y sus retos, pero me siento muy afortunada de contar siempre con el apoyo de mi familia en cada emprendimiento, que ha sido fundamental en mi proceso de convertirme en fotógrafa.