Era hora de dar el paso, de llenarme de valentía y hablar entonces con quien yo quería tener un hijo. ¡Entonces decidí que tendría un bebé amado, deseado y esperado! ¡Soy una madre soltera por decisión!”
Para contarles mi plan B, antes tendré que ponerles en contexto. Crecí en el seno de una familia unida, tuve una niñez y juventud normal, alegre, alejada de todo lo malo que había en la famosa época de los 80´s y 90´s.
A mis 30 la meta era otra, con el cierre de mi carrera solo me faltaba graduarme. Había realizado un par de viajes al extranjero, disfrutaba de noches de buena lectura y de amigas y amigos, pero entonces quería ser madre, soñaba con tener alguien que le diera otro sentido a mi vida. Si bien no estaba en una relación formal, tenía a alguien ya tenía más de 10 años de profunda amistad, que me escuchaba, aconsejaba, bueno, era más que un amigo.
En ese período regresó no uno, sino varios fibromas, consulté más de un médico y todos coincidían en lo mismo: era ahora o la matriz podría no soportar un bebé.
Entonces hice un alto en la vida, me evalué hice un “check list” y descubrí que todo lo que me había propuesto hasta entonces estaba cumplido. Era hora de dar el paso, de llenarme de valentía y hablar entonces con la única persona de quien yo quería tener un hijo, fueron pláticas serias, largas en las que se evaluaron los pros y contras. ¡Decidí que tendría un bebé!
Mi bebé se plantó en medio de tres fibromas, se aferró a la vida desde el primer momento. Aunque siempre creí en milagros, después de tener a mi hija en mis brazos, entendí qué era recibir uno.
Hoy tiene 13 años, está en plena adolescencia. Juntas hemos aprendido, ella a ser feliz y yo a ser madre. Es el motor que me levanta y me mantiene con una sonrisa en los labios, es mi alegría, mi día y mi noche. Nos han tocado momentos duros, un mal procedimiento médico me dejó el intestino perforado que me acercó a la muerte; para entonces mi niña tenía 5 años y a la fecha aún recuerda los cuidados que su mamá necesitó para recuperarse. Hemos aprendido que tenemos ángeles que nos cuidan y no nos han dejado nunca.
Cuando me preguntan si soy feliz, la respuesta es ¡sí! No cambiaría ni un solo día de mi historia y la decisión que tomé. Amo a mi niña como no pensé que llegaría a amar, creo que algo bueno he hecho para merecer ser madre y disfrutar cada día con sus penas y alegrías de este regalo divino que ella representa. Disfruto ser una madre soltera.
Comments (3)
Anayansisays:
agosto 13, 2018 at 3:12 pmQué bello relato! Acabo de pasar una histrrectomia por más de 6 fibromas en mi útero. Ahora tengo 41 años y tuve a mis hijos en mis veintes y esa condición de mi matriz no se había presentafo, por lo que no pude evitar pensar en qué hubiera ocurrido si los hubiera querido tener despues de los 30, ya con estos problemas. Me siento agradecida de que no fuera un factor en mi fertilidad y realización de maternidad. Puedo ver cómo en tu caso fue una bendición oculta porque te llevo a la mejor decisión de tu vida. Qué bendición que tengas a tu hija! Eres muy valiente!
Julissa Hernandezsays:
agosto 13, 2018 at 4:29 pmHermosa historia!!!!! Felicidades!!!! Tengo una hermana con tu misma historia. Mi sobrina es una gran hija, super nieta, hermosa sobrina y una gran profesional. Asi será su hija dentro de 10 años. Felicidades mujer valiente. Dios bendiga su vida y la de su hija.
Michellesays:
agosto 13, 2018 at 11:24 pmDesde que soy madre respiro distinto.