Hay tanto por explorar, desde vender tu conocimiento y experiencia a través de cursos digitales o posicionarte en una industria haciendo cumbres virtuales o creando programas grupales.
Cada vez somos más las mujeres que le decimos sí a nuestros sueños y que aún con miedo avanzamos para alcanzar lo que queremos. En el camino descubrimos que podemos ir tocando muchas vidas, ayudando, sirviendo y haciendo más de una happy dance celebrando nuestras pequeñas y grandes victorias alcanzadas, desde tener una persona más en nuestra audiencia, hasta generar nuestros primeros $1,000 o $10,000 dólares.
Y aunque cada vez somos más, todavía hay muchas que están paralizadas por el miedo, hay que decir que el emprendimiento saca los temores más profundos que han estado alojados por décadas en el subconsciente. ¿Será bueno hacerlo?, ¿esto será para mí?, ¿y si fracaso? Y la lista de dudas y temores se hace gigante y llevan a poner el sueño en una cajita donde no puedan verlo tan seguido para que no duela mucho.
Peor si han decidido emprender y fracasaron. Ahí tratan de no voltear a ver nada que les recuerde el fracaso, aunque el sueño del éxito siga latiendo, no se atreven a volverlo a intentar.
Si esta eres tú, piensa en todas las cosas que estás perdiendo al no atreverte, por ejemplo, un futuro brillante, un carácter transformado, tu mejor versión, porque déjame decirte que emprender es la mejor escuela para transformar partes de ti que ni pensabas que tenías que cambiar… Pero lo descubres en el proceso.
Hay tanto por explorar, desde vender tu conocimiento y experiencia a través de cursos digitales o posicionarte en una industria nueva para ti, haciendo cumbres virtuales, creando programas grupales o incluso si lo tuyo son los productos, podrías encontrar el ideal para el nicho perfecto y partir de ahí.
Si decides emprender no sólo busques algo que te genere altos ingresos (aunque creo importante considerarlo), pero siempre decide explorar primero qué te apasiona, descubre tu propósito y entonces emprendes.
No se trata de traer una carga más a tu vida, se trata de hacer algo que ames tanto que puedas hacerlo todo el tiempo si fuera necesario, algo que te salga tan bien y que disfrutes, que simplemente tu trabajo fluya con facilidad.
Así que estos son mis consejos:
1- Si has estado paralizada o dudando, haz una lista de lo peor que podría pasar si lo haces y de lo mejor que podría pasar, lo que podrías ganar, sé específica. Generalmente lo peor es perder un tiempo y una inversión, recuerda que el dinero siempre se puede recuperar. Por otro lado lo que podrías ganar es una lista inmensa, anótalo todo, desde los ingresos que te gustaría ganar, la libertad que te daría, el estilo de vida que podrías tener, etc.
2- Pregúntate ¿qué es lo que más me apasiona?, ¿tengo el conocimiento?, ¿esto es algo que puede aportar valor a una persona?, ¿me veo haciendo esto por muchos años?, ¿lo disfruto de verdad? Si la respuesta es sí, entonces decide hacerte mejor en esa área y comienza a explorar las opciones de emprendimiento en ese nicho.
3- Busca mentores. El emprendimiento puede ser un camino muy solitario. Contratar a un mentor(a) es algo que ayudará a acelerar tus resultados y evitar errores, a cobrar más y con más seguridad, en fin, te ahorrarás años y crecerás muy rápido.
Al final hagas lo que hagas, hazlo con pasión.
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