Esta cuarentena es todo menos ideal, pero es una oportunidad para priorizar a tu familia. ¡Ánimo! Con amor y sin perfección puedes encontrar paz en el proceso.
Son las dos de la mañana, mi mente colapsa de agotamiento, pero mi cuerpo explota de energía. Una taza de té, música alegre a todo volumen (con audífonos para no despertar a los niños) y una hoja en blanco… acompáñame a hacer catarsis en medio de la cuarentena.
Últimamente entrar a redes sociales es una ruleta rusa. Como mamá necesito estar informada y como mujer quiero estar conectada, pero es tanta información que el terror hace casa en mi cabeza. Entre mujeres pareciera que hay tres bandos: la mamá ultra organizada que tiene perfecto control de las tareas, homeoffice, cocina y hasta logra postear eternas listas de actividades creativas para hacer con los niños; la mujer policía que a diario se queja del vecino que se fue a la playa, la tía que sale a diario “a hacer super” y la prima que organizó una fiesta… ella comparte todos y cada uno de los posts de muerte y videos de tragedia que logra encontrar; la mujer de teorías conspiratorias, la que desde su Facebook dice que nos desconectemos y pide a gritos que nos relajemos pues de esto “nadie se muere”. Ella cree que el coronavirus es una teoría conspiratoria, el gobierno nos quiere controlar y de aquí va a salir el anticristo.
¿Cómo encuentro el balance en tiempos de coronavirus?
Planeación flexible. Ser mamá llama a gritos el caos. Establece metas reales y prepárate para que los planes cambien en un segundo.
Cuida tu alimentación. La comida te da una falsa sensación de confort y control ¡Cuidado! Se puede volver una adicción muy peligrosa.
Encuentra un ritmo familiar, no todo va a suceder al mismo tiempo, si te funciona trabajar de noche y hacer tareas por la mañana ¡Perfecto! Y si no, encuentra tu ritmo.
¡Las tareas, los platos, la vida puede esperar! Tu familia te necesita y tú los necesitas a ellos. Tómate el tiempo de jugar una partida eterna de Monopoly, duerme una siesta abrazada de tu bebé y sal al balcón a contar estrellas junto a los pequeños.
Elige cuidadosamente tus fuentes de información. No necesitas saberlo todo, pero tampoco es sano cerrar tu Facebook y no ver las noticias. Cuánto y de dónde es tu decisión, mi consejo es que busques fuentes oficiales.
Arréglate, por ti y por tu familia. No me refiero a tu ropa, me refiero a algo más profundo. Continúa con tus tratamientos de cabello y mascarillas que solo aplicas cuando vas a salir, tu crema de manos que huele delicioso y un poco de lipstick. Sí, con pants y playera, pero un poco hace toda la diferencia en el corazón de una mujer.
Llora y habla, enciérrate en el baño y llora. Esta situación es horrible y se vale colapsar, solo asegúrate de que tus hijos no te vean derrumbarte. Llama a tu mejor amiga para quejarte y hacer berrinche, cuéntale a tu esposo cómo te sientes (no, lo más seguro es que no te comprenda, pero es parte de la belleza de estar casados).
Agradecimiento. Hay muchas personas que hoy salieron a trabajar, muchos que se están rifando la vida por mantenernos a salvo y nosotros tenemos la oportunidad de estar sanos y juntos. Cada día encuentra una cosa por la cual estar agradecida y enséñale a los tuyos a enfocarse en lo positivo.
Conéctate con Dios. Una oración, un servicio en línea o la música correcta… es tiempo de llenarte de esperanza.
Esta cuarentena es todo menos ideal, pero es una oportunidad y todo indica que será bastante larga. ¡Ánimo! Te mando un abrazo virtual de mujer a mujer.
Comments (1)
Lorenasays:
marzo 24, 2020 at 11:21 pmMe encanto leerte, gracias por plasmar tus emociones, ha sido complicado expresarme a lo largo de mi vida 35 años y ahora siento que es más, siento en minutos que colapso