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Extiéndete a dar y recibir perdón

Cuando el orgullo se apodera de nuestros corazones dejamos de ver con claridad, no solo nuestra propia versión de la historia, sino la versión de la persona a quien hemos ofendido.

Dicen por ahí que hay más dicha en dar que en recibir, pero, si hemos ofendido a las personas que están cercanas a nosotras, también necesitamos experimentar la libertad que trae el ser perdonadas

Entendemos por perdonar al acto de amor propio que nos da permiso de ser libres de todo dolor, de todo trauma y de toda cadena que ate nuestra alma a la amargura y pobreza de espíritu que experimentamos cuando revivimos continuamente la ofensa cometida contra nosotras. Tanto nos lo han repetido, que de cierta manera nos sentimos empoderadas de otorgar o no el perdón a quienes nos han ofendido.

Pero si las ofensoras somos nosotras ¿qué hacemos? Prepararnos para recibir perdón. ¿Qué? ¿cómo así? – Verás, sucede que, si le hemos fallado a alguien, difícilmente aceptamos que nos hemos equivocado. Por lo general, responsabilizamos a otros de nuestra mala conducta hacia ellos, eso provoca que nuestros corazones pierdan la capacidad de recibir perdón, por lo que no tendremos la capacidad de pedir perdón.

Cuando el orgullo se apodera de nuestros corazones dejamos de ver con claridad, no solo nuestra propia versión de la historia, sino la versión de la persona a quien hemos ofendido. Perdemos la empatía y olvidamos que el orgullo también ata nuestra alma y además, envenena el espíritu. Así que, debemos tomar consciencia que necesitamos ser perdonadas y también requerimos ser liberadas en nuestra alma, mente y espíritu. 

Jesucristo, el gran maestro, en el famoso “Padre Nuestro” nos enseñó a que se nos otorga perdón en la medida en que perdonamos, (Mt.6:12) Esto solo reafirma que conforme nuestro corazón se expande para recibir perdón por nuestras faltas, se hace capaz de otorgar perdón a quienes nos ofenden, pues si no estamos conscientes de nuestra propia necesidad de ser perdonadas, no seremos capaces de ofrecer perdón para cubrir la misma necesidad en otros.

Nos limitamos a caminar por la vida superficialmente por la emoción del momento, por el clima o por las situaciones que nos rodean y nos perdemos de caminar en un amor profundo, verdadero y eterno. 

Quisiera aclararte que recibir perdón no implica pedirlo de manera obligatoria, si tienes la oportunidad de expresarle a la persona que ofendiste, que lo lamentas hazlo, pero si esa persona decidió no hablarte o a lo mejor ya no está en el plano terrestre para que puedas arreglar tu error, no te atormentes, perdónate a ti misma, admite que te equivocaste como todos los seres humanos del mundo y extiéndete perdón. Si eres creyente como yo, pide perdón al ser supremo, autor del amor perfecto, el único capaz de cubrir todas nuestras faltas.

Decídete a avanzar en libertad, expande tu capacidad emocional de perdonar a quien te ha ofendido y de recibir perdón por las ofensas que has cometido.

Directora ejecutiva y co-fundadora del grupo de medios de comunicación Gospel Revolution. Productora, escritora, empresaria, esposa y madre, pero nada de esto importaría si primero no fuera hija de Dios. Soy una persona alegre, creativa y dinámica. Una vez fui muy triste y oscura, pero Jesús cambió todo eso en mí, por eso me encanta compartir positivismo por donde voy.

Mavi Mendoza – who has written posts on Ladrona de frases.


Mavi Mendoza

Directora ejecutiva y co-fundadora del grupo de medios de comunicación Gospel Revolution. Productora, escritora, empresaria, esposa y madre, pero nada de esto importaría si primero no fuera hija de Dios. Soy una persona alegre, creativa y dinámica. Una vez fui muy triste y oscura, pero Jesús cambió todo eso en mí, por eso me encanta compartir positivismo por donde voy.

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