Insomnio, fatiga, irritación, falta de energía o malhumor son signos de alerta que el cuerpo emite para decir que algo está mal.
¿Sabes qué se siente no poder dormir, incluso cuando estás muy cansada? ¿Te han dicho que después de los 40 años ya cuesta mucho bajar de peso? ¿Has intentado bajar de peso, hacer de todo y no bajar nada sino al contrario, seguir subiendo? Todo eso me pasó a mí.
Hace un año me encontraba mal de salud. Por fuera solo se notaba que estaba con sobrepeso, alcancé un volumen más grande que cuando estaba embarazada. Tenía un metabolismo demasiado lento, el hígado inflamado, la tiroides alterada y picos de azúcar que no me dejaban dormir. Es horrible estar agotada y solamente dormir un par de horas, luego pasar la madruga en vela. Como es lógico, al no poder reponer mis fuerzas me mantenía irritada y de mal humor con mis hijos. El cansancio era constante.
Creyendo que cuidaba mi salud, solo comía pollo y verduras cocidas, pero no bajaba de peso. Fue entonces que tomé la decisión de que mi vida necesitaba ser transformada. No podía seguir igual, así que fui al doctor y después de varios análisis su diagnóstico fue muy contundente: tenía baja masa muscular y alta grasa corporal. Así que aprobado por él me metí a un reto donde aprendí a cambiar mis hábitos alimenticios y a hacer ejercicio todos los días. Increíblemente todo comenzó a mejorar, de pronto ya tenía energía y podía dormir tooooda la noche. ¡No saben lo que eso significó para mí!
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El programa me ayudó a perder 10 libras durante el primer mes y después de 6 meses he acumulado 30 libras menos. Quienes están en esa lucha saben lo que esa cifra significa. Además de la satisfacción de entrar en ropa 5 tallas más pequeña, mi energía ha aumentado, mis órganos están bien y mi metabolismo es más rápido.
Todo esto ha influenciado en mi autoestima, seguridad en mí misma y en la sensación de bienestar que había perdido. He adquirido esos hábitos que no quiero dejar nunca: hacer ejercicio y comer bien. Mis resultados han motivado a toda la familia, mis hijos, mi esposo y hasta mis papás. Lo bueno, es necesario compartirlo.
Mi conclusión es que sí se puede bajar de peso sin importar tu edad y mejorar la salud. ¡Yo dejé los medicamentos! He aprendido a comprar de diferente forma en el supermercado, invierto el dinero en mi salud, en vitaminas y no en medicinas, en alimentos nutritivos y no rápidos o chatarra.
Si me preguntan cómo se dio el cambio diría que lo primero fue transformar mis pensamientos, tomar la decisión de hacer las cosas diferentes, perseverar, creer que sí puedo lograrlo y esforzarme ¡cueste lo que cueste y digan lo que digan! Además, he cultivado mi mente, leyendo y escuchando a las personas que aportan en mi vida.
Definitivamente el mérito no es todo mío, me hice acompañar de Dios, quien me da las fuerzas y el autocontrol, cuento con las porras de mi familia y amigos. Así que no dejes de buscar un grupo que te impulse para alcanzar tus metas saludables de este 2021.
Yo entendí que más allá de la meta, esto debe ser un compromiso conmigo y mi salud para toda la vida.
Comments (1)
Anna Tressays:
enero 15, 2021 at 4:41 pmTe felicito ‘ comparte donde hiciste el reto. Me encantaría hacerlo.