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Me despidieron, pero ¡fue mi culpa!

No ahogues tu amor propio, tu alegría ni tus sueños. No permitas que un despido o un tropiezo te hagan olvidar tu inmensidad.

Al llegar a mi sitio de trabajo, me encontré a dos personas que suplirían mi trabajo.  Me habían despedido y yo no lo sabía aún.

El COVID había dejado mi cuerpo hundido en miedos y aun débil, no exagero, solo digamos que mis defensas no eran las únicas bajas. Mi alma, por el contrario, estaba intacta; mi espíritu misteriosamente fortalecido llevaba a rastras a un cuerpo en construcción.

Cuando quise sentarme en mi lugar, había dos personas ocupando el sitio donde, por más de un año, soñé y construí un proyecto que hice tan mío como de sus dueños. “Ellas”, las chicas nuevas, me dijeron que estaba despedida, pero que habían dado la orden de no avisarme nada, hasta que regresara de mi aislamiento por coronavirus… Así que entendí que ya había llegado el final de esa historia. Vil, pero final.

Con Esperanza había nacido, tres años atrás un nicho laboral donde entregué conocimientos, letras y hasta mi propio rostro por más de un año. Sin embargo, me iba de ese lugar con una bolsa de basura llena de mis pertenencias y con mis sueños revoloteando alrededor mío.

Salí del sitio con un cheque sin fondos y con la mente confundida.

¡Pero fue mi culpa!

¿Por qué? Pues porque unos días atrás, cuando más dolía en los huesos el virus y cuando más miedo había en mi ser, le entregué mi vida, mi familia, mi trabajo, sueños, ideales y dones al Creador. Y recuerdo perfectamente cuando le pedí cambios, cambios fuertes y claros… Un despido. Aquí estaba el segundo cambio fuerte y claro que se me daba (del primero ya hablaremos otro día).

Cualquiera pensaría que estaba muerta del miedo, pero tenía una alegría rarísima pues sabía que esto solo podía ser el inicio de una nueva etapa donde empezarían más sueños. Una respuesta a una oración.

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A veces es necesario que Dios nos quebrante y nos despierte, porque cumplir horarios, llenar reportes, tener reuniones repetitivas y responder correos recurrentes nos doblan los sueños. Nos los dejan con dobleces torcidos, que van dañando la tinta con la que los escribimos… Y tanto doblamos y doblamos que llega el punto en el que la tinta y es ilegible. La meta queda borrosa y desaparece. Olvidamos la alegría…

En plena turbulencia, sonríe. En pleno huracán, disfruta el movimiento y di en alto: “Señor, aquí estoy, te oigo fuerte y claro. Suelto lo que me quitas y limpio mi casa para que entren nuevas y mejores oportunidades”.

Me despidieron y fue mi culpa, yo lo pedí al orar por un cambio. Poderosa oración que, sin durarlo, ¡volvería a hacer!

Hoy, con un nuevo trabajo, nuevas metas y nuevos sueños, vengo aquí a recomendarte: dobla tus rodillas, y entrégale tus dones a tu Dios, pídele que te devuelva la alegría, que te haga útil al prójimo y que no te suelte la mano. Él actuará, Él te moverá y verás cómo florece TODO en ti.

Este tiempo que se habla del amor propio, pídele que te devuelva el amor por ti, al día a día, a los sueños, las metas, la felicidad… Y si eso no se puede ahí donde estás… Verás moverse las montañas para que llegues a tu remanso de verdadero amor y felicidad. No temas, pídelo y ¡enamórate de la vida una vez más!

Para concluir, recuerda, Dios nos trajo aquí a ser felices, la vida es un regalo, una ofrenda ÚNICA no ahogues tu alegría ni la empañes con el día a día; no permitas que te dañen ni que te hagan olvidar tu inmensidad. Entrégale todo, pídeselo y prepárate para ser verdaderamente feliz. ¡En el proceso, ámate, anímate y reconcíliate contigo misma!

Madre, hija, hermana, hija de Dios. Comunicadora social, Periodista, Locutora e Intérprete de Legua de señas guatemalteca. 15 años de experiencia en medios escritos, radiales, digitales y televisados. Creadora de contenidos y cazadora de historias para narrar.

Erivan Campos Conde – who has written posts on Ladrona de frases.


Erivan Campos Conde

Madre, hija, hermana, hija de Dios. Comunicadora social, Periodista, Locutora e Intérprete de Legua de señas guatemalteca. 15 años de experiencia en medios escritos, radiales, digitales y televisados. Creadora de contenidos y cazadora de historias para narrar.

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