Es fácil identificarlas porque actúan con premeditación para dañar nuestra vida y autoestima. Marca tu distancia y tus límites.
Los psicólogos definen a las personas tóxicas como “adictos emocionales con muy baja empatía, que necesitan hacer daño a los demás para sentirse bien”. Vivimos en una sociedad en la que estamos rodeados de personas, ya que por naturaleza somos seres sociales, por esta razón es importante que podamos identificar a las personas tóxicas que están a nuestro alrededor para que no afecten nuestro entorno, el ambiente familiar o laboral. También vale la pena identificar si somos nosotras quienes alteramos la vida de alguien más.
Empecemos identificando algunos perfiles de estas personas: juegan un rol de víctima, critican, son agresivas, manipuladoras, agresivas verbales, neuróticas, orgullosas, quejosas, falsas, egocéntricas, descalificadoras, envidiosas, etc.
Las personas tóxicas hacen muchas cosas con premeditación con el objetivo de dañar específicamente nuestra vida y autoestima, evalúan cada cosa que hacemos o decimos para objetarlo o criticarlo.
Recuerdo que hace un tiempo estaba en mi oficina, muy triste por actitudes y comentarios que otras personas habían hecho acerca de mí que no eran ciertas. Recuerdo que, justo, ese día justo leí sobre personas tóxicas y aprendí que debemos poner límites sin lastimar, que podemos elegir personas en nuestro círculo de intimidad sin necesidad de sentirnos mal, marcar distancia con las personas que lastiman nuestro interior, nuestro corazón y nuestra vida.
Esas personas añaden carga a nuestro día a día y algunas veces nos inducen a sentirnos frustradas, a perder la paz y sobre todo a sentirnos culpables de cosas que no hemos hecho. Sin embargo, para enfrentar esta situación es necesario tener claro nuestro propósito y valor, poder controlar nuestras emociones y poner un alto en el camino.
Siempre habrá personas que van a valorar tus sueños, metas y anhelos, pero también te vas a topar con otras que hagan justo lo opuesto. Con el paso de los años, he aprendido a no darle valor a las palabras, comentarios y actitudes de ese grupo de personas. Más bien las mantengo al margen y he aprendido a ser plena sin su aprobación y aun con sus críticas. Debes desarrollar la madurez para que esas acciones y palabras se vayan con el viento y cada día aprendas a ser feliz con quien decidas serlo.
Cuando empecé a practicar estos principios la vida se me hizo más fácil y liviana, no esperes nada de los tóxicos. Te sugiero que aprendas a amarlos sin que ellos te amen. En la vida podemos tener todo, pero si no tenemos amor nada somos. Piensa que esa gente tóxica carece de amor. Cuando aprendemos a amar a las personas empezamos a valorar muchas cosas en ellas en lugar de criticarlas, menospreciarlas o dañarlas. Aprendamos a convivir de una manera pacífica y amorosa, si lo logramos en cada familia, en nuestro trabajo o en nuestra sociedad estoy segura de que todas podremos tener una mejor calidad de vida. Estas personas nos forman para ser más fuertes y mejores. Te animo a que puedas seguir sin ver a tu alrededor, que tu mirada siempre esté fija hacia adelante.
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