Algunas campañas que sobresalen en el Día internacional de la mujer no hablan de nuestros atributos femeninos, están empecinadas en promover el aborto y el odio hacia el sexo masculino.
Ser mujer no es fácil. Imaginen un sistema hormonal que –la mayor parte del tiempo amplifica nuestras emociones, un cerebro ocupado en varios temas a la vez y por si fuera poco, externamente estamos bombardeadas con mensajes que nos imponen formas de pensar, de decir y hasta qué hacer con nuestro propio cuerpo.
Algunas campañas que sobresalen en el Día internacional de la mujer no hablan de nuestros atributos femeninos, en realidad están enfocadas en los riesgos que corremos, responsabilizando al género masculino de toooodas nuestras desgracias y por eso están cargadas de una alta dosis de odio hacia los hombres. Pero ¿qué hay de nuestra esencia? ¿Dónde se habla de ser mujer? ¿Cuándo hablamos de lo que soñamos o de lo que nos mueve?
Claro, entender la historia que nos trajo hasta las urnas y a las escuelas es inspirador, pero eso también pasa desapercibido en estas marchas revolucionarias que nos sacaron de casa para ganarnos un salario, pero nos limitaron a disfrutar del hogar en un horario fuera de oficina. Que seamos empresarias, científicas y profesionales de renombre no anula el rol de madre que la mayoría ejerce.
Las pancartas feministas nos hablan de abortos y de hombres violadores, pero no de la capacidad de crear vida que está en nuestro cuerpo, pero también en nuestras palabras y actos. No hace falta esperar a ser madres para promover una cultura que dé vida a los sueños de otras mujeres, que desarrolle una red que saque de la muerte a otras, de la marginación y del analfabetismo. Imagina usar los recursos que invierten las organizaciones feministas en educación, en restauración emocional de mujeres violadas o las que necesitan reponerse de un aborto.
Una sencilla búsqueda en Wikipedia revela que el presupuesto anual de Planned Parenthood Federation of America es de US$ 1.300.000.000 incluyendo aproximadamente US$ 530 millones de financiamiento gubernamental, es decir, parte de los impuestos de los norteamericanos se podrían usar para que las niñas en Guatemala tengan mejores oportunidades educativas o laborales; que exista apoyo concreto para buscar a quienes son secuestradas diariamente o crear centros de detección específicos para los violadores, para que no vuelvan a abusar de las niñas, nunca más.
Sí, más allá de incentivar el aborto, hay muchos otros temas de fondo que podemos abordar en el Día internacional de la mujer, claro se podría hacer otro día, pero parece que es el único en el que se organizan para manifestar y figurar mediáticamente, el resto del año las mismas fundaciones guardan silencio, hasta que encuentran un evento que les permita armar una campaña que refuerce sus mensajes.
Esta será la igualdad
Hablemos de mujer a mujer, seamos honestas y reconozcamos que esa agenda no cambia nuestro entorno, las campesinas u obreras no están representadas en esas marchas y ellas requieren más que pancartas para salir adelante. Necesitan que abramos los ojos, que seamos críticas para aceptar todo aquello que organizadamente quiere permear nuestra cultura.
No es que cambiar la cultura sea del todo malo, pero veamos profundamente lo que nos proponen bajo el lema de igualdad. Todos los seres humanos tenemos derechos, pero promover que una persona con características fisiológicas masculinas pase por procesos de mutilación y eso le permita inscribirse en una competencia de mujeres, por ejemplo en el atletismo, no es igualdad, es perder de vista la esencia del feminismo, es dejar que los hombres sigan ocupando los espacios que ya nos pertenecen.
No te escandalices con mis palabras, antes de descalificar mi opinión y etiquetarme como “retrógrada”, te invito a que escuches cómo la atleta Selina Soule se siente al respecto, muy bien podría ser la voz de tu hija, tu nieta o tu vecina.
https://www.prageru.com/video/the-end-of-womens-sports/
Soy madre de dos adolescentes. Una es universitaria del diseño gráfico, la otra una futbolista que recién cumplió 16 años, disfruto que esté incursionando en esta disciplina y reconozco que no tiene el mismo apoyo que la liga masculina, pero su motivación es jugar fútbol, no competir contra un hombre. A su edad nunca conocí un equipo de mujeres y me emociono de ver con mis propios ojos que la liga femenina de fútbol local está creciendo y pronto habrá mayor participación de otras niñas de todo el país. Sueño que tengan mejores condiciones, estadios, baños limpios y se administren adecuadamente los recursos, que los medios se comprometan a contar sus historias en primera plana y las empresas grandes decidan patrocinar esos sueños.
Mi futbolista es defensa, se realiza al salir a la cancha y barrerse en la grama o la tierra, pero igual que su hermana mayor sabe lucir un vestido y sueña con ponerse unos tacones, maquillarse y destacar con un par de aretes. La feminidad es parte de la naturaleza de mis dos hijas y yo estoy decidida a que nadie altere esa identidad que las hace particularmente mujeres.
¡Gracias, por no rendirse!
No importa cuánto se esfuercen las agendas por apoderarse de nuestra causa y querer vendernos algo que atenta contra la naturaleza humana ¡no se puede! -a propósito dejo fuera los argumentos religiosos-. Nuestro cuerpo está dotado de ciertas características que nos hacen mujeres, curvilíneas, morenas, bajitas, blancas, todas tenemos la dicha de ser mujeres y nuestra esencia es la misma: luchadoras y valientes, capaces de otorgar vida.
Hoy quiero conmemorar a las madres por vocación y decisión, sé que no están representadas en las marchas púrpuras del día, pero es a ellas a las que quiero darles gracias por su ejemplo, por no rendirse, por no creer que no había otra opción y levantarse todos los días para construir un mejor futuro para sus siguientes generaciones.
Comments (3)
Guillermo A Pacheco-Gaitansays:
marzo 7, 2021 at 11:03 pmTremendo como siempre
Astrid Riverasays:
marzo 8, 2021 at 5:13 amLindo!!
Feliz dia de la Mujer
Somos especiales creadas con una esencia especial.
Andy Montessays:
marzo 8, 2021 at 11:02 amNo estoy segura si hay más mujeres conscientes de esta realidad, creo que la batalla es grande porque la otra propuesta tiene muchos recursos para hacer llegar su mensaje.