La edad es solo un número, la juventud reside en nuestro interior y bajo esta perspectiva digo ¡hello, 40 años!

¡Le doy la bienvenida a esta nueva década! Es un momento de aceptación, donde valoro la madurez que trae consigo la edad adulta. Aunque por dentro me siento joven, mi cuerpo comienza a enviarme señales de que las cosas están cambiando, tanto física como mentalmente.

Estoy aprendiendo  a decir “no” a lo que antes solía decir “sí” y no. También estoy notando que muchas situaciones ya no las percibo como “malas”, sino como oportunidades para reflexionar y crecer. Tengo claros mis gustos, mis objetivos específicos, lo que me permite ser más productiva y enfocada.

He descubierto que este es un buen momento para cultivar mis pasiones, dedicar tiempo a mis intereses y explorar nuevos pasatiempos, ¡incluso considerar una nueva disciplina o deporte! Esto ayuda a mantenerme equilibrada y feliz en esta etapa de mi vida, además me ayudará en el futuro para sacar el acomodamiento y ponerla activa mi mente

Con respecto a la salud, sé que los 40 es la edad en la que podemos empezar a perder masa muscular y ósea, nuestro cuerpo ya no elimina toxinas tan eficientemente como antes. Sin embargo, esto no debe ser un impedimento. Para mí es importante priorizar un estilo de vida activo, incorporando ejercicios de fuerza y una alimentación nutritiva. Ahora valoro el descanso y priorizo el sueño temprano, reconociendo que es un regalo para mi salud. Y por supuesto, no debemos descuidar los chequeos médicos anuales.

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Estoy convencida que en esta etapa de la vida es fundamental también cuidar nuestra salud emocional, manteniendo relaciones significativas y dedicando tiempo a las personas que importan y enriquecen nuestra vida. Aprovecha a rechazar relaciones tóxicas.

No olvidemos que podemos enfrentar cualquier obstáculo que se interponga en nuestro camino y lograr cualquier meta con perseverancia!

Estoy segura que la edad es solo un número. La juventud verdadera reside en nuestro interior. Esta visión la entrelazo con una cita que me encanta: “Por eso no nos desanimamos. Pues aunque por fuera nos vamos deteriorando, por dentro nos renovamos día a día.” (2 Corintios 4:16).

Sin importar la edad, es tiempo de renovarnos diariamente.