La maternidad ha sido un aspecto subvalorado en la sociedad actual, sin embargo, he encontrado plenitud y autorrealización en la experiencia y el ejemplo de mi mamá.
De mi mamá he acumulado un sinfín de enseñanzas a lo largo de mis 26 años de vida. Algunas las he aprendido simplemente con su ejemplo y mis favoritas llegaron a través de nuestras inagotables conversaciones en las que se terminaban las tazas de café, pero nunca los temas, el tiempo y sus consejos.
Me demoraría inmensamente escribiendo sobre las enseñanzas de mi mamá y mi gratitud no cabrían en un solo texto, es infinita. Indudablemente, comenzaría por agradecerle por darme la vida y asegurarse de que la misma esté llena de alegría auténtica, amor genuino y los mejores recuerdos. Todo lo anterior podría encontrarlo en mi mamá, pero por si resultara insuficiente, también le doy gracias por regalarme a mi familia.
Durante toda mi vida, he podido alardear de la relación incondicional y cercana de todos los miembros de mi familia, por supuesto que está lejos de ser perfecta, pero no puedo pensar en un momento en el que no haya contado con su apoyo insustituible y su amor infinito. Ha sido gracias a mi mamá y a su esfuerzo por unirnos que hoy, puedo asegurar que los mejores y más felices momentos de mi vida, los he compartido con ellos.
Aunque, algunas veces he dudado sobre lo que espero de mi futuro hay una constante en todos los escenarios que me he planteado: ser madre. La maternidad es un aspecto que, en mi opinión, ha sido subvalorado hoy en día; sin embargo, en el ejemplo de mi mamá he encontrado plenitud y autorrealización en su desempeño como madre. Por si fuera poco, hace 6 años fue promovida a abuelita, un nuevo capítulo en su maternidad que admiro y espero con ansias que disfrute tanto con mis hijos como lo hace con mi sobrina.
Recientemente me encontré con una idea que planteaba la feminidad como el fundamento de la maternidad y pienso que no puede estar más acertada. La feminidad es un atributo que involucra diversos aspectos inherentes a las mujeres, el más importante y característico es nuestra capacidad de engendrar vida, aunque ello no se limita a aspectos biológicos; también se extiende a la vida familiar y social en general. Me identifico con esta idea al ver el ejemplo de servicio que encuentro en mi mamá, al cual siempre agrega su toque especial de cariño en pequeños detalles.
No podía dejar de mencionar a otra mamá ejemplar a la que he tenido el gozo de admirar: mi hermana. En ella encuentro una maternidad completamente diferente a la de mi madre, pero igual de increíble; a mi hermana la caracteriza una fortaleza y valentía inigualable que ahora también deslumbra en mi sobrina. En su casa no existen los “no puedo” ni las reglas, excepto la de enfrentar todo reto, sea lo grande que sea.
En fin, tengo el enorme privilegio de admirar en mi mamá innumerables características que espero, al igual que mi hermana, transmitir a mi familia cuando llegue el momento.
Termino este artículo, sin dejar de sonreír y con un nudo en la garganta escribiendo sobre todo lo que aporta mi mamá a mi vida, y es eso lo que más le agradezco: su compañía incondicional en cada día, en mis recuerdos favoritos y en sus infinitas lecciones.
Comments (1)
No me lances, mamá | Ladrona de frasessays:
noviembre 12, 2021 at 11:03 am[…] También puedes leer: https://ladronadefrases.com/maternidad/el-mejor-ejemplo-de-maternidad/ […]