Cambiemos las metas, no pasa nada. Las metas son tuyas, tú las mides, tú te las pones, tú las persigues y tú las alcanzas.
A veces nos sentimos tan cómodas en el lugar que estamos, con lo que hacemos en el día a día y con la persona que somos, que no nos permitimos ver las mil maneras de hacer o ser algo o alguien diferente.
Cosas de Mamis es la comunidad que administro, somos 17,500 mamás guatemaltecas. Se ha vuelto el lugar en donde al día – mínimo – entran y nos leemos 16,500 mujeres con creencias, valores y objetivos de vida diferentes. Cada año he aprendido tanto con las mamis, así les digo de cariño, pero esta situación nos agarró en curva a todas.
Nadie esperaba, ni contemplaba que llegase a pasar una pandemia, por lo menos “no mientras yo viviese”. Y nos tocó: conocer lo desconocido, afrontar algo mundial, descubrir nuevas formas, desarrollar nuevas habilidades, en fin darnos cuenta que sí podíamos hacer algo diferente, darnos cuenta del valor de un beso, de la riqueza de un almuerzo en familia, de lo sabroso que es dar un abrazo.
En lo personal, este tiempo ha sido para mí un alto que yo jamás hubiese hecho. Hablaba con mi mamá, y me dice: – Ya llevamos más de 4 meses sin vernos. Y le respondo yo: – no tanto, te fui a ver antes del viaje. Ella responde – No, no tuviste tiempo. Y esas palabras marcaron y marcarán mi vida. Hoy por hoy puedo decir que esta experiencia de vida me la están regalando para entender lo rica que soy, entender que puedo aportar tanto a mi gente, entender que soy dichosa ante tanta gente necesitada, entender que mi hijo me necesita más a su lado, entender que puedo cocinar y no dejar todo delegado. Ese sentido de hogar, de casa, de familia, de comunidad. Saber que no soy YO, que es un NOSOTROS. Entender que sí tengo tiempo, pero que debo aprovecharlo con los míos y en lo que realmente importa.
Quizá las metas cambiaron, quizá lo material se tornó secundario. Pero me doy cuenta que en todo momento lo más importante es la actitud con la que afronte y resuelva las situaciones que se me presenten. Tocó cambiar toda la planificación anual de la comunidad, se me fueron muchos clientes, pero llegaron otros con más necesidad y así mismo tocó ser más humana.
Cambiemos las metas, no pasa nada; veamos nuestras prioridades de hoy en día. Tocará ser creativa, quizá hacer eso que jamás pensaste hacer – quien quita– y eres muy buena. Las metas son tuyas, tú las mides, tú te las pones, tú las persigues y tú las alcanzas… Nadie lo hará por ti, pero recuerda que esta sacudida, probablemente te llevará a un nivel que jamás pensaste. La actitud es lo más importante, no lo olvides. Y el mayor secreto está en entender que ayudando a conseguir a otros sus metas, las tuyas serán alcanzadas.
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