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Emprender después de un fracaso

El mejor emprendimiento nace de encontrar aquello que te hace destacar, eso que harías aunque no te paguen, eso que amas y que te apasiona tanto.

Para mí emprender es una palabra que confronta. Me remite a la emoción con la que arranqué mi primer emprendimiento formal cuando tenía 23 años. Puse un preescolar, hice todo el papeleo, la inversión que debía hacer, le puse toda mi energía, mi tiempo, mi esfuerzo, mi fe y por más que di todo, fracasé.


No sé si lo has experimentado, pero no alcanzar el éxito en lo que nos hemos propuesto es horrible, sobre todo cuando le pones todo el corazón. Yo estaba frustrada por el tiempo y dinero que había “perdido” y que había hecho perder a mis papás, pero la realidad es que gané aprendizaje, experiencia, valor y sobre todo perspectiva.


El tiempo pasó y recibí a mi primer hijo.  Un domingo en el servicio de la iglesia escuché a mi pastor hablar de la herencia que debemos dejar a los hijos. Me percaté que lo único que tenía para heredar eran los recuerdos de un fracaso, así que me senté, activé el cerebro al máximo y pensé en todo aquello en lo que era buena y se me daba con facilidad.

Hice un plan, se lo presenté a mi esposo, quien como siempre me hizo porras y llevó a visualizar algunos puntos que no había contemplado. Con mucho tacto me llevó a aterrizar los pies en la tierra. Estoy convencida que en este proceso de emprender es vital tener un mentor. Él que ya emprendió me transmitió indicaciones para que yo triunfe.

Seis años después de mi fracaso, con un bebé de cinco meses, con tres años de casada y con mucho miedo me tiré al agua. No fue fácil, pero seguí adelante y ¿saben qué? ¡Lo logré y se sintió genial! Han pasado ya casi siete años y puedo decir ¡valió la pena el fracaso! Sin él no estuviera disfrutado el éxito.

Mi empresa se llama Un Toque Especial, personalizamos pasteles, postres, galletas y todo lo que un cliente necesita para sus eventos. Me he destacado por hacer decoraciones muy detallistas, pongo mi corazón en cada pastel que me solicitan. Una parte de mí es el centro de atención de una boda, un cumpleaños o una celebración especial. Los invitados de mis clientes terminan pidiendo información de mi empresa y así es como he ido creciendo. Gracias a Dios, hoy mi sueño es una fuente de trabajo para otras personas, además tengo tiempo para ser esposa y madre. Me siento muy afortunada de trabajar en lo que me apasiona y me pagan por eso. Me encanta darle un toque especial a mi vida y la de mis clientes.

En este tiempo he aprendido a redefinir el concepto de emprender, es cuestión de poner la mente a trabajar, todos somos geniales en algo, solo debemos enfocarnos en amar aquello que hacemos y hacer aquello que amamos, lo demás llega solo. Claro, hay un tiempo que requiere meternos de lleno, empezar con lo que tenemos a mano y permanecer firmes en nuestro anhelo, no abandonarlo al primer tropiezo.

Si estás pensando en lanzarte al agua, te animo a que hagas un plan, busca dentro de ti eso que te hace destacar, eso que harías aunque no te pagaran, eso que amas y que te apasiona tanto, estoy segura que el don de Dios en ti está a punto de salir y cuando lo haga nada podrá detenerte.

Soy una mujer feliz, emprendedora, agradecida y soñadora. Mamá de 3, detallista, positiva y llena de fe, trato de hacer cada día el mejor de mi vida y disfruto cada minuto con mi familia Facebook: Un toque especial Guatemala Instagram: UntoqueespecialGuate

Tere Quevedo de Díaz – who has written posts on Ladrona de frases.


Tere Quevedo de Díaz

Soy una mujer feliz, emprendedora, agradecida y soñadora. Mamá de 3, detallista, positiva y llena de fe, trato de hacer cada día el mejor de mi vida y disfruto cada minuto con mi familia Facebook: Un toque especial Guatemala Instagram: UntoqueespecialGuate

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