Mi papá es un verbo porque me ama como nadie más, porque me ha enseñado lo mejor de la vida, porque ha trabajado duro para darme lo mejor, porque se ha cansado en el camino y ha sabido permanecer.
Mi papá es un verbo porque ha hecho vivas muchas palabras: amar, enseñar, trabajar, caminar, permanecer.
Soy la segunda de tres hermanos, físicamente la más parecida a él, también reflejo su temperamento y carácter. Estoy casada desde hace nueve años con un hombre maravilloso, tengo tres hijos, y puedo decir con seguridad que hasta que uno tiene su familia, entiende de mejor manera a sus padres.
Cuando pienso en él lo imagino leyendo, tocando guitarra, cantando, contando chistes, comiendo chicharrones y viendo fútbol, siempre he admirado su corazón. Es un médico apasionado y su trabajo ha sido bastante demandante, a pesar de eso, siempre ha estado presente en mi vida. Recuerdo perfectamente el día que caminamos juntos al altar, yo iba feliz, él iba llorando, sé que de alegría y de nostalgia, su hijita se iba con otro hombre, y a él le tocaba entregarla, no imagino lo duro que eso debe ser porque yo lloré cuando dejé a mis hijos en el colegio, no quiero ni pesar cuando vengan con novia…
Ese día que cambié mi apellido y por primera vez dormí en otra casa, me di cuenta que ya no iba a regresar a la mía. Cuando me vi y me sentí tan feliz y realizada, le agradecí cada palabra, cada consejo, cada llamada de atención, cada castigo, cada jalón de orejas, cada conversación y cada abrazo, ese día entendí que todo eso me había preparado para decir adiós y hola al mismo tiempo: adiós a la casa que fue mía durante 26 años y hola al hogar que estaba empezando a formar.
Tengo que recocer que me casé con mi papá jajajaja. Sí, Lichi se parece tanto a él, son amantes de la buena música, son artísticos, tan llevaderos, tan simples que cuesta entenderlos, tan bohemios, tan únicos y tan firmes en sus convicciones, pero lo que más me impresiona, es que aunque sé que el amor de mi papá es único e incondicional, me he sentido amada por completo por mi esposo, me ama con todo lo que eso implica: valora mis virtudes en la misma proporción que mis defectos, y eso lo aprendí de mi papá, su amor me enseñó a saberme valiosa, a luchar por lo que deseo y merezco, a tener voz y a expresarme con libertad. El amor de papá me enseñó que no merezco nada menor a lo que él me dio, así que aprovecho este espacio para desearte feliz día del padre, lo mejor de tenerte como papá, es que mis hijos te tengan de abuelito.
Algunos le dicen “Arturo”, “señor Quevedo” o “doctor”, yo, lo llamo papi.
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