La experiencia de un divorcio tiene esta capacidad de fragmentar en escenas aisladas la esencia de tu existencia.
Los objetos en la infancia ejercen una influencia insospechada en la consciencia de los niños. Cada cosa que descubrimos nos ofrece una metáfora de la vida, una ventana particular para observar y entender el mundo. Para mí, un objeto de infancia que ejerció especial fascinación fueron los globos de nieve y agua. Esas bolas de vidrio pesadas con paisajes y motivos mágicos que al agitarlos que se bañan con pétalos, brillantina u hojuelas de nieve. Podía pasarme largos ratos dejando que mi imaginación me llevara por esos parajes y jugar a ser una persona totalmente diferente en una situación ajena, desconocida y a la vez posible.
Hoy, después de muchos años, ciudades y amores perdidos y encontrados, mi vida se encuentra otra vez relacionada a esos globos nevados, éstos cobraron vida nuevamente, trayendo significado del pasado a un hoy un tanto complicado. Es como si el tiempo y la adversidad envasa para nosotros los episodios de la vida en escenas congeladas y autónomas para protegerlos y que siempre puedas volver a encontrarte. Hay pocas cosas que propician que te sientas perdida, como una separación amorosa. Desde que me separé busco esos globos en mi alma, en los anales de mi vida para recuperar mi identidad, pertenencia y valor.
El divorcio fragmenta en escenas aisladas la esencia de tu existencia. Es el “no-tiempo”, resultante de un cataclismo expansivo donde tu entorno ya no está; tú ya no eres una, sino una explosión de pedazos regados que palpitan y desean reintegrarse. El dolor y la confusión son profundos en un proceso de separación, sin importar de quién fue la decisión, lo amigable o conflictivo del proceso, tampoco si lo atraviesas sola o acompañada. El divorcio deja a su paso una estela de cristales rotos. Tu gran reto es encontrar los fragmentos.
Me he dado a esta tarea, como si fuera Harry Potter tras los hurrocruxes que contenían la esencia de Woldemort para destruirlo. Yo en cambio, recorro mi memoria en búsqueda de las partículas de mi historia para reconstituir y fortalecer mi ser y descubrir una parte de mí que había olvidado, que solo es mía y que sola o acompañada, con éxito o fracaso, admiración o crítica siempre me ha pertenecido y nunca me abandonará. Las partes de mí que siempre han sido y han estado, en el matrimonio y fuera de él.
Mi colección de globos de nieve sigue creciendo. Tengo gemas especiales como los momentos de valentía y riesgo que he tomado por mí y por otros, mi capacidad de ser abierta y benevolente, el encontrar la posibilidad de éxito en muchas circunstancias, de amar profundamente y confiar. Encontrarlas ha requerido permanecer en la incomodidad de lo actual y desconocido, tomar coraje para evaluar el pasado complicado con mucho amor y sin juicio. Hacer mi colección ha significado no dejarme desvanecer en el caos de los eventos y encontrar la respuesta que me reanima en momentos duros: después de todo y por encima de ello, sigo siendo yo, mujer amorosa, valiosa y valiente.
Comments (7)
Cecilia Gonzálezsays:
agosto 6, 2018 at 2:54 pmExcelente descripción de cómo queda una mujer tras el divorcio, sea cual sea la razón, sin embargo depende de cada una querer o no, salir ganando cada batalla….. bella descripción Anayansi ???
Michelle Juárezsays:
agosto 6, 2018 at 9:20 pmPoético, poético, poético.
Leslie Reyessays:
agosto 7, 2018 at 3:07 amFragmentos de mi encontrado…mi esencia y lo q realmente soy, lo q soy capaz de lograr y muchos fragmentos mas x descubrir en este caminar.
Gracias x esta lectura q inspira
Mai Paizsays:
agosto 7, 2018 at 1:27 pmPerfecta analogía. Gracias por compartir.
Anelise Melgarsays:
agosto 7, 2018 at 3:12 pmSos muchísima onda Marly!
Que facil admirarte.. además de que escribes tan bonito que de verdad… te escucho hablar al leerte. ¡Adelante!
Sarasays:
agosto 7, 2018 at 5:23 pm“Después de todo y por encima de ello, sigo siendo yo, mujer amorosa, valiosa y valiente”. Esta es la esencia de cada una.
Un relato que inspira
Marianne Blancksays:
octubre 19, 2018 at 12:25 amTú y Nicté escriben precioso <3.
¡Me encantaría seguirte leyendo!
Saludos!