Jamás imaginé que de las crisis emocionales que he vivido iba a surgir un amor profundo por los Salmos y a partir de ahí comenzar un proyecto de crecimiento integral para la mujer.
Cuando se es niño y se sueña con ser astronauta, veterinario, cocinero o la profesión del abuelo o la mamá, el asombro de muchos en respuesta a este anhelo es determinado por el apellido, el nivel económico, la inteligencia o la imaginación de esa edad. Cuando crecemos, el hecho de contar con nuestras propias palabras lo que soñamos nos llena de pena y mucho miedo de poder hacerlo realidad.
Me encanta ver la infinidad de flores que hay en el mundo, tanto que amo los días de vestidos floreados y es que he conocido a un Dios creativo, quien le da color, sabor y la forma perfecta a todo lo que existe, pinta los mejores atardeceres y con su arcoíris nos recuerda sus promesas. Así que me gusta ver la vida como un lienzo, un enorme cuadro donde podemos pintar de acuerdo a nuestros dones y talentos y dedicarnos a permitirle al él diseñar la mejor obra maestra de nuestra vida.
Cederle el control al Señor y vivir en su voluntad nos hace disfrutar la vida en los días grises como en los rosas, he comprobado que Dios siempre supera nuestras expectativas. Jamás imaginé que de las crisis emocionales que he vivido surgiría un amor profundo por la Palabra de Dios, en especial por los Salmos, y a partir de ahí comenzar un proyecto de crecimiento integral para la mujer llamado Salmoterapia, la fusión del arteterapia y el lettering. Dicen que la mamá de la crisis es la creatividad, creo que siempre debemos ver el lado bueno a toda situación y vencer los miedos que nos paralizan para alcanzar los sueños que imaginamos de niñas.
Salmoterapia 2020 tiene las características de una agenda, un planner y un bullet journal, cada mes contiene un escrito por mujeres sobre diferentes temas con ejercicios prácticos para nuestro crecimiento integral. Este proyecto unió a mujeres de diversas edades y países comprometidas a aprender, crecer y permitir que Dios las haga florecer. Parte de las ganancias fueron destinadas a la acción social con VER International (ONG que ayuda a los más vulnerables en salud, higiene, educación y emprendimiento), y logramos apoyar a amigas misioneras, una en Senegal y otra en Turquía, donde ambas comparten el amor de Jesús.
Dios nos ha dado la capacidad de soñar, nos ha dotado de creatividad e imaginación para encontrar soluciones a diferentes situaciones de la vida, pero es importante escuchar su dirección y su voz cuando te diga avanza, detente, escribe, acciona, espera, evalúa, recalcula y sorpréndete de los resultados que lograrás a su lado.
Aprendamos a emprender con propósito, siempre veamos los beneficios que las personas recibirán de lo que les proporcionamos y no viceversa. Mi eslogan de vida es “Compartir a Jesús creativamente”, a partir de ahí todo lo que realizo tiene ese enfoque. Para mí el amor y la fe son ingredientes indispensables para el crecimiento integral y nos llevan al feliz cumplimiento de los propósitos de Dios en nosotras.
Hay etapas en nuestra vida donde estamos llenas de sueños y nos queremos comer al mundo y otras en donde no encontramos motivación alguna para soñar, pareciera que hasta las ovejas se esconden para el conteo, sin embargo, hoy puedes iniciar creyendo: “Érase una vez un nuevo comienzo en Dios”.
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