Cuando te vas, no te extraño
Sé que volverás a la vuelta del invierno
Cuando las hojas caigan
y el árbol florido
vuelva a apagarse,
súbito, sin aviso.
Y cuando vuelves de tu órbita impredecible,
espacio, quietud y descanso
de un afán intenso
de galopante actividad
de la persecución de creaciones, inspiraciones y miedos
un ritmo agitado, por pintar más intensas
las orquídeas que brotan
irreverentes, descomunales
Tristeza profunda
Tristeza ligera
Si no volvieras me pierdo
Lo nuestro es un baile,
un paso adelante y otro atrás.
Enredo de un tango de mil humores
Suspendido entre notas
melodiosas y estridentes
Tristeza ligera
Tristeza fecunda
Tristeza desierta
No me odies por sacarte
No te burles por llamarte
Eres parte de mis ritmos
de mis creaciones
de mis amores.
Así te llamo cuando agotada mi mente
de carreras vertiginosas
y desaciertos aparatosos, me pide:
“Detente, para, es demasiado”
Así también te expulso cuando roto mi corazón
de lágrimas profanas y silencios negros,
al filo de la caída, me pide:
“Detente, para, es demasiado”
De nostalgias preciosas, a presentes intensos
de abismos insondables a cumbres imponentes,
de cántaros de rocíos deliciosos
a rotos jarrones que lo vierten todo, de un solo
Tristeza ligera
Tristeza fecunda
Tristeza desierta
Cuando te vas no te extraño
Y si no volvieras me pierdo
Exuberancia creativa y decaimiento fiel. La ciclotimia se considera una alteración afectiva del espectro bipolar, también se investiga como rasgo de personalidad de quienes atraviesan períodos de exuberancia y decaimiento anímicos que pueden o no alterar significativamente el funcionamiento de la persona.
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