Cumplir 40 años de edad significa que ya puedes decir todo lo que piensas, elegir mejor a las amistades y conservar a las que tienes.
Les puedo asegurar que el secreto de recibir una u otra década y ser feliz, es sostenerse fuerte de la mano de Dios, cuidar de la familia, conservar el amor y tener las metas claras y fijas. Siempre para adelante, el pasado ya se fue, el presento lo vivo y el futuro lo espero siempre…
Cuando me invitaron a escribir esta columna, regresé en el tiempo y me cuestioné si tuve alguna crisis cuando las cuatro décadas se acercaban, pero no encontré un motivo, aunque pensándolo bien hay un hecho que me ayudó a superarla antes de su llegada.
A los 36 años y con una hija de dos años, los médicos tuvieron que extirparme la matriz, así que me quedé con mis ovarios y una advertencia del médico… “es posible que todos “mis males” se pudieran adelantar 10 años” y en efecto se adelantaron, no sé si todos, pero sí algunos.
Así que cuando me llegaron los famosos “cuarenta” yo ya había escuchado decir que a esa edad una mujer dice lo que piensa tal cual, elige mejor a sus amistades y conserva con sumo cuidado las que tiene. Esperaba que cuando llegara el momento la famosa canción de Arjona me hiciera darle la razón y sí, se la doy. No tengo la misma figura, pero soy más segura, sé por dónde quiero llevar mi vida, le pongo vida a mis años y claro estos 47 no los niego, los he vivido a plenitud, con algunos altibajos, pero de eso se trata de la vida, de caerse y levantarse de inmediato.
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En fin, algo tienen los cuarenta que a mí me ha gustado, cada año estoy más agradecida y valoro más la vida. Sin embargo, con eso de las aproximaciones, estoy más cerca de los 50 y eso, creo que sí podría afectarme, no es que me sienta “más vieja”, es que me doy cuenta de que los problemas que yo creía eran para las personas “adultas” ahora los tengo que enfrentar.
Ahora soy más mamá de mis papás que su hija. Me escucho diciéndole a mi hija “qué razón tenía mi mamá” o “ya tuve tu edad”. En conclusión: soy una mujer adulta, con una hija adolescente que requiere mi atención y mi energía y dos bellos papás a los que amo y me aman.
Finalmente, puedo asegurar que lo más importante de recibir una u otra década y ser feliz, es sostenerse fuerte de la mano de Dios, cuidar de la familia, conservar el amor y tener las metas claras y fijas.
Siempre para adelante, el pasado ya se fue, el presento lo vivo y el futuro lo espero siempre.
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