fbpx

50 son los años dorados

50 son los años dorados

Los años dorados no son el cierre de una etapa, sino la revelación de una versión más plena, más sabia y más auténtica de nosotras mismas.

Los seres humanos estamos diseñados para evolucionar; sin embargo, las mujeres pasamos gran parte de nuestra vida resistiéndonos a ese proceso natural y esto —sin darnos cuenta— nos impide disfrutar plenamente.

Nací en Guatemala en 1973, año en que salió el primer celular en el mundo, sobreviví al terremoto del ’76, vi por televisión la caída del Muro de Berlín y tuve la oportunidad de usar las máquinas de escribir mecánicas.

Desde niña regalo sonrisas, motivo por el cual las personas asumen que fui una niña feliz y extrovertida; la verdad es que siempre encontré difícil expresar mis sentimientos libremente, por lo que fue más fácil ocultarme detrás de una sonrisa.

Tengo una hermana, 10 años menor, con quien me hice compañía, pero la diferencia de edad fue un aspecto clave que me hizo sentirme sola, el grado de madurez o nuestras necesidades e inquietudes eran diversas, así que me refugié en mis cuadernos, escribí poemas, cuentos y canciones, el baile y el canto también se integraron a mis aficiones. Estas ramas del arte fueron los lienzos que utilicé para expresarme y soñar libremente.

Experimenté situaciones traumáticas y una serie de eventos que hicieron que mi subconsciente prefiriera olvidar la mayor parte de mi niñez, por lo que siempre viví en el futuro, esperando con ansias crecer. Esto me impidió disfrutar de muchas etapas. Me casé a muy temprana edad y, 20 años después, me divorcié. Sin embargo, la vida me otorgó mi deseo de ser mamá.

También puedes leer: 50 años, la cima más alta

Tengo tres hermosos hijos, que fueron el motor que me impulsó a seguir adelante sin importar las adversidades; reconozco que cuando crecieron, la etapa del síndrome del nido vacío fue muy difícil para mí y, aunque están en un país diferente al mío, los siento cerca gracias a la tecnología.

Arte terapéutico

De niña soñé con ser maestra y Dios me concedió ese anhelo.Desde que inicié mi carrera como educadora mi vida ha girado en torno a la enseñanza, tal como describió uno de mis alumnos adultos, ya que ahora también soy life coach y facilitadora de arte terapéutico. Es así como nace PaperInk Expression, un medio donde ayudo a otras personas a que se expresen libremente a través del arte terapéutico con talleres emocionales.

Tengo 51 años y me siento agradecida con la vida. Me volví a casar y vivimos en una de las provincias más bellas de Canadá. Y aunque sufro una condición de dolor crónico que cambió mi vida por completo, acepto que toda experiencia es una lección de vida y he aprendido a disfrutar de mi propia compañía. El dolor ya no me detiene y me siento orgullosa de la mujer que soy.

Descubrí la verdadera paz: amar y perdonar. Cada vez me preocupo menos por lo que piensen los demás y ahora sonrío porque soy feliz y entendí que regalar sonrisas es la asignación que la vida me otorgó. Quiero preguntarte: ¿tu presente lo usas para pensar en el futuro? ¿Cuánto tiempo estás perdiendo? ¿Disfrutas de esta etapa en tu vida? Si importar tu edad, te invito a que te rías de la vida, observes cuántas lecciones has aprendido, aceptes y reconozcas las emociones que experimentas y busques los medios para expresarte.

¡Comienza a vivir tus años dorados!

Fundadora del blog y podcast Un Cafecito con María Regina. Educadora & escritora (libro en proyecto). Fundadora & facilitadora de PaperInk Expression

María Bee – who has written posts on Ladrona de frases.


Artículos relacionados

Leave a Comment

Your email address will not be published. Required fields are marked with *

– who has written posts on Ladrona de frases.