Un ataque de pánico me llevó a entender que era necesario descansar y reconocer que ya no necesitaba demostrarme que ¡sí podía! Estos son 7 pasos me ayudan a desacelerar.

Era un domingo de 2014, aproximadamente a las diez de la mañana. Regresaba de un fin de semana de “descanso”, con mis mellizos de aproximadamente cuatro meses. Mientras manejaba me empecé a sentir mareada, a sudar frío, mi corazón acelerado y pensé “me voy a desmayar y mis hijos están en el carro”.

Me tuve que estacionar en la orilla de la carretera y llamé por teléfono a mi hermana para pedirle que me vaya a rescatar porque no puedo manejar. Treinta minutos de espera y de sentir que me iba a morir, llegó mi hermana y me condujo al hospital.

Después de exámenes recibo la noticia del doctor: “fue un tipo de ataque de pánico”. Tratamiento: “descanse, trabaja todo el día y cuida dos bebés de cuatro meses”. Yo, siendo psicóloga, no puedo aceptar que esto es lo que ocurrió porque “tiene” que haber una causa física; yo, siendo psicóloga, sé cómo identificar un ataque de pánico. 

¿Cuántas veces te detienes y te das el espacio de poder desacelerar tu ritmo y cuidar de ti? Yo pensé que lo hacía hasta que empecé a cuestionarme por qué “hacía” tanto en mi día a día. ¿Estaba intentando probar algo a otros o a mí misma? Después de cuestionarme esto, poco a poco empecé a tener pequeñas tomas de consciencia que abrieron un espacio totalmente diferente de vivir.

Me di cuenta de que estaba intentado probarme a mí misma y a otros que era una “super mujer” y lo hacía de tantas formas diferentes, que me llevaban a un punto de agotamiento mental y físico que ya ni siquiera podía reconocer. Me empecé a ver a mí misma enojada, irritada, con poca paciencia y disfrutando mi vida cada vez menos, sin dejar de mostrarle al mundo entero y a mí, que yo, siendo una super mujer, podía hacerlo todo sola y sin recibir ayuda de nadie. ¿Te identificas con eso?

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Deja de juzgarte

Muchas veces nos alineamos con estas ideas de la sociedad o del mundo en general, que tenemos que hacer, hacer, hacer y pasamos nuestra vida demostrando y probando que somos exitosas, felices, responsables, inteligentes, cariñosas, etc. ¿Cuántas veces te permites descansar y desacelerar mientras luchas por demostrar tu super poder al mundo? ¿Cómo sería tu vida si no tuvieras que estar en esa lucha constante y pudieras solo ser tú y divertirte? ¿Podrías dejar de juzgarte y solo ser tú, de la forma en la que tú lo sabes hacer sin tener que cumplir con ningún estándar impuesto por la sociedad? 

En esta realidad aprendemos que tenemos que ser serias y responsables, que divertirse es para la niñez, no cuando eres una mujer madura con responsabilidades familiares y financieras, pero ¿y qué si no es así? ¿Que tal si puedes ser tú e invitar esta energía de gozo a tu vida y detenerte cuando tu cuerpo te lo pide?  

7 pasos para desacelerar tu vida

1. Todos los días, antes de empezar a hacer todo lo que tienes planificado, tómate un momento para hacer una pausa.

2. Conecta con tu cuerpo y respira profundo 5 veces.

3. Piensa qué energía quieres atraer más a tu vida.

4. Pide a todas las barreras energéticas que bajen. Imagina cómo todas esas paredes que has levantado a tu alrededor para protegerte caen una tras otra.

5. Pide al universo que te presente nuevas energías. Absorbe todo eso que deseas para tu vida.

6. Pregúntate si realmente “tienes” que hacer todo lo de tu lista o elegir qué requiere más de tu energía ese día.

7. Permítete disfrutar y detenerte a respirar y llenarte de energía varias veces al día.

Sobretodo date tiempo para desacelerar y reconocer todo lo que ya has logrado y la gigantesca contribución que eres para el mundo entero solamente siendo tú. Cuando finalmente reconoces esto en ti, entonces dejas de querer demostrarlo al mundo. 

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