Las mujeres hemos sido dotadas para emprender en favor de quienes vienen en el camino, empezando por nuestras propias hijas.

Hay muchas amigas y conocidas a las que he motivado a que se animen a dar ese salto o el primer paso para alcanzar sus sueños y metas. Estoy convencida de que sus inquietudes forman parte del propósito que Dios les asignó para abrir brecha. Entre más mujeres emprendedoras brillen más nos notaremos.

Una de las inquietudes más comunes que he encontrado es ¿a qué edad se debe emprender? No hay edad, puede que tengas 15 o 45 años cuando debas arrancar o volver a empezar, lo cierto es siempre es tiempo para empezar.

A mí me tocó hacerlo cuando apenas tenía 18 años, motivada por mi padre quien insistió que abriera mi empresa, él ha sido un hombre negociante que se ha distinguido por una constante búsqueda de innovación. Por otro lado, mi madre siempre ha sido una motivadora increíble, no necesita profundizar en la idea para apoyarla ¡siempre ha creído en nosotros sus hijos.

Siguiendo esos consejos creé Corporación Garper sumergí en el área de marketing, que fue una herramienta para abrirme paso en un competitivo campo empresarial.  

24 años después el concepto de marketing digital es algo que muchas personas comprenden, pero en su momento era algo que empezaba a nacer en la región, por lo tanto, fue todo un desafío empezar a ofrecer estrategias digitales y análisis de datos con el fin de prestar servicios diferenciados a un grupo de clientes que no tenían claro cuál era la función de un community manager, un content manager o un calendario de publicaciones de redes sociales. Así que el primer reto fue ganar la confianza de altos ejecutivos que veían a una mujer muy joven hablando un idioma desconocido.

Hubo días en los que pensé que era más seguro regresar a un trabajo fijo, pero ya había dado el salto y solo me quedaba aprender a flotar para después nadar. Puedo decir que la persistencia me abrió puertas en varias empresas, entre ellas Fox News.

También hubo días en los que la jornada era interminable, al no tener equipo me tocaba llamar, visitar, diseñar, facturar, cobrar y depositar… Ejecutaba el trabajo de por lo menos cuatro personas. Poco a poco la empresa empezó a ofrecer nuevos servicios y fue necesario contar con un equipo multidisciplinario que apoyara en la producción, diseño, desarrollo de páginas y aplicaciones digitales, entre otros. Todas deben tener claro que no es fácil, que no todas empiezan como quisieran, pero el trabajo da su fruto.

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A lo largo de este caminar mi mente se expandió y descubrí el valor de las ideas, la creatividad y el arte que adquiere fundamento en la Economía Naranja. Con la firme idea de propagar ese concepto como nación, junto a un grupo de empresarios y emprendedores, impulsamos la creación de la Comisión de Economía Naranja de AGEXPORT, un clúster de servicios creativos con calidad de exportación.

Ya son años de creer que un dj, un productor audiovisual, un guionista, un artista plástico o un generador de contenido debe recibir un salario digno como cualquier otro profesional. Sé que Guatemala es una nación de gente llena de creatividad y talento solo falta cacaraquearlo para que nos tomen más en cuenta a nivel internacional y seamos un país que exportar servicios creativos.

Si has pensado que tus ideas o metas creativas no son un “negocio” y eso te ha impedido emprender, debo invitarte a que investigues sobre la economía naranja para que puedas tener los argumentos que te ayuden a sacudir el miedo y darle forma a tu emprendimiento. Créeme, al final una idea te lleve a otra y otra… Una recomendación te abre nuevas puertas.

El consejo de mi papá y el ejemplo de mi mamá me han llevado a involucrarme en muchos negocios más que nacieron a partir de una conferencia, de una reunión con amigas o de escuchar a un experto. Las oportunidades están ahí, para quien decida descubrirlas.

Como madre de familia entiendo que alguien debe abrir la brecha en la familia, en nuestra generación y en sociedad. Así que me he rodeado de mujeres talentosas que han sabido inspirarme y por eso aprovecha cada oportunidad para inspirar a otras a que pierdan el miedo y decidan salir a conquistar sus metas.

Que tus ganas no terminen en el primer intento, es cierto que no es fácil ­–nada lo es–, procura no dejar de aprender ya sea por medio de tu búsqueda constante (libros, cursos o conferencias) o la formación académica. Es probable que tu emprendimiento te lleve a abrir brecha para tu generación.