Las mujeres somos un blanco fácil para fechorías en el amplio mundo de internet y las redes sociales. El anonimato en las plataformas digitales cobra cada vez más víctimas: mujeres y niños.

¿Alguna vez te has sentido vigilada en internet? No me refiero a cómo los algoritmos nos muestran publicidad de un producto que acabamos de buscar o mencionar en una conversación, sabemos que eso es parte del ecosistema comercial del mundo digital que sin querer aceptamos al usar ciertas herramientas.

Me refiero al hecho de sentirnos acechadas, abordadas por cuentas de personas que, de la noche a la mañana, parecen interesadas en conocernos y/o qué decir de las veces que una amiga nos notifica que acaba de recibir una solicitud de amistad con un perfil como el nuestro.

Seguro ya recordaste las publicaciones de quienes han caído en estafas, que ingenuamente se creyeron eso de las encomiendas, también que alguien se quedó varado en un aeropuerto en otra parte del mundo y necesita una transferencia; también existen los intentos por sacarle plata a alguien en WhastApp con nuestro nombre y foto.

Aunque parezca inaudito e inverosímil estas prácticas son comunes y tienen como víctimas a personas comunes y corrientes, no solo a las famosas. Por si fuera poco, el ciberacoso también está a la orden del día.

¿Qué es ciberacoso?

Unicef hace una definición muy clara: es acoso o intimidación por medio de las tecnologías digitales. Puede ocurrir en las redes sociales, las plataformas de mensajería, las plataformas de juegos y los teléfonos móviles. Es un comportamiento que se repite y que busca atemorizar, enfadar o humillar a otras personas. Por ejemplo:

– Difundir mentiras o publicar fotografías vergonzosas de alguien en las redes sociales.

– Enviar mensajes hirientes o amenazas a través de las plataformas de mensajería.

– Hacerse pasar por otra persona y enviar mensajes agresivos en nombre de dicha persona.

– El ciberacoso deja una huella digital; es decir, un registro que puede servir de prueba para ayudar a detener el abuso.

– El robo de identidad, falsificación de cuentas o datos, robo de recursos económicos a través de transacciones en línea y pornografía infantil, son parte de estos delitos

En Guatemala la Policía Nacional Civil, por medio de la sección contra Delitos Informáticos recibe las denuncias de este tipo, así como aquellas relacionadas a la violación a la intimidad, delitos contra el honor, calumnia, amenazas, extorsiones, secuestros, trata de personas y pornografía infantil. Esta unidad es la obligada en trasladar la información al Ministerio Público y que en algún momento se llegue a los responsables.

¿Cómo protegernos?

Las recomendaciones que los expertos realizan son muy sencillas, pero pueden ser muy eficaces:

– Mantener contraseñas seguras en redes sociales

– No aceptar perfiles de desconocidos. Antes de aceptar una invitación observa detenidamente las fotos que tiene en su perfil, sus amistades y qué tipo de información comparte.

– Nunca proporciones datos personales a través de páginas o redes sociales.

– No envíes tus fotos a personas extrañas.

– ¡Denuncia! Si bien es un proceso que no garantiza que atrapen a los responsables de manera inmediata, es una manera de cambiar la cultura de acoso y de exponer estas situaciones.

La buena noticia es que los delitos cometidos en redes sociales se pueden rastrear, pues las instituciones nacionales del gobierno ya cuentan con convenios que permiten solicitar a las grandes empresas mundiales como Google o Facebook, la información concerniente a un perfil, cuenta, blog o correo electrónico de una persona que está cometiendo un delito de esta naturaleza, como parte del Convenio de Budapest, de cibercriminalidad mundial suscrito por nuestro país.

Además de la PNC existe una organización denominada Observatorio Guatemalteco de Delitos Informáticos que (OGDI) que ofrece información para darle seguimiento a una denuncia en este link:

https://ogdi.org/informar

Ante una amenaza de ciberdelito, sugieren:  Junto con un abogado, poner la denuncia en el Ministerio Publico.

– Poner la denuncia en la unidad de Cibercrimen de la DEIC/PNC.

– También puedes llamar al 110 o 1561, acudir a la 15 Av. 10-86, Barrio Gerona, zona 1. Guatemala.

– Dirigirse a la PDH con las denuncias anteriores para que le den apoyo y seguimiento.

La mejor manera de evitar que seamos víctimas de estos delitos es informándonos, protegiéndonos y si es posible, denunciando. Tampoco podemos olvidar que los más vulnerables pueden ser nuestros hijos, hablemos con ellos sobre los riesgos y propiciemos un ambiente de confianza que les permita acudir a nosotros en una situación de esta naturaleza y proveámosles herramientas seguras que cuiden su integridad digital.

Fuentes: https://www.unicef.org/guatemala/ciberacoso-qu%C3%A9-es-y-c%C3%B3mo-detenerlo https://www.prensalibre.com/guatemala/justicia/sube-a-700-las-denuncias-por-delitos-informaticos-en-lo-que-va-del-ano/ https://ogdi.org/