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Navidad en un país de migrantes

Navidad en un país de migrantes

Nací en la ciudad capital de Guatemala, pero desde hace 15 años vivo en Nueva York. Guatemala es mi país, pero Nueva York es mi hogar.

Mi llegada a esta ciudad fue un nuevo comienzo. Justo ese año, mi madre partió a la presencia de Dios. Me hizo prometer que regresaría de vacaciones… Así que eso marcó mi estancia en este país.

Desde entonces vivo cada año de una manera diferente. No tengo familia de sangre por acá, pero puedo decir que los amigos son la familia que una va adoptando con el paso de los años y en estas décadas, sí me he llenado de nostalgia, pero también he desarrollado el agradecimiento por la oportunidad que he tenido de compartir con otras culturas y personas que han enriquecido mi vida.

Mis navidades han sido alrededor de una gran mesa, llena de comida sabrosa, sazonada más con amor y gratitud que con especias. Gracias a Dios, en ella no faltan los deliciosos tamales colorados. Como es un país de inmigrantes hay muchos paisanos, si quiero encargar tamales, con facilidad se consigue el número de teléfono de alguna chapina que junto a los tamalitos también ofrece chuchitos, rellenitos y esas delicias que se disfrutan en Guate.

He aprendido de las tradiciones navideñas de cada país. Los salvadoreños aparecen con sus famosas pupusas o la yuca sancochada. Amigos de Argentina nos deleitan con su suculento asado y las empanadas de carne que son riquísimas. Las amistades de México aparecen con los tacos o esos chiles caseros. Además, hay momentos memorables de la temporada navideña, como el desfile de acción de Gracias, de Macy´s, que da la pauta para que inicien las decoraciones en casas y edificios. Cómo no mencionar ese frío congelante que nos hace vestir con chumpas gruesas, gorro, guantes, bufanda y las botas, mis favoritas.

En este ambiente he pasado los años, pero este 2018 lo espero con mucha más ilusión, pues el 23 de diciembre tendremos un evento de celebración de mi academia de arte profético, My Father’s Workshop. A mis 48 abriles, he aprendido que Dios nos formó para crear y cultivar la creatividad con las artes, por medio del teatro, danza, música, canto o pintura. Dos décadas después vengo a tomar mi lugar y celebrar no solo Navidad sino la vida misma.

Soy maestra de niños y amo enseñar que adentro de cada uno de los seres hay magia. El camino a veces es complicado, pero le creo a un Dios que tiene un plan y propósito para todos, así que donde se nos sembró hay que florecer y me preparo para recibir esta nueva Navidad.

 

Guatemala es mi tierra natal y Nueva York es mi hogar. En este país fue donde Dios me colocó para cumplir Su plan. A lo largo de una década me he conocido a mí misma y he aprendido a que la fuerza interior viene de arriba, que las mejores batallas se ganan de rodillas y que puede faltar todo menos la grata presencia y amor de mi amado Padre del Cielo.

Ana Lorena Alonzo Paiz – who has written posts on Ladrona de frases.


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