Proveedoras de la mejor terapia gratuita del mundo, a la que asistes sin maquillaje ni peinados refinados, en ellas abunda la sinceridad, las lágrimas y risas que salen del corazón.
Imagina un campo de batalla, un lugar en destrucción, monocromático, sangriento… ¿Qué miras alrededor? ¿Quién te acompaña en medio de esa batalla? Estoy segura que hay una persona a tu lado.
Hoy vengo a hacer honor a las personas que en medio de tus batallas van en tu línea de guerra peleando con la misma fuerza y las mismas ganas. Cuando te toca recibir tus galardones, están en primera fila y son las que con gritos y pompones celebran tus momentos de gloria y se convierten en el arma perfecta para brindarte ánimo y comprensión cuando no hay mucho qué celebrar.
Son personas que tienen ideas, pensamientos e incluso sueños que mágicamente coinciden con los tuyos. Son quienes te hacen reflexionar sobre tu propia vida y tus decisiones. Son una chispa de alegría y desarrollas una complicidad conocida. Empiezas a contar cosas que te emocionan, ideas locas que ya no parecen tan locas, porque ellas finalizan tu frase ¡te entiende a la perfección!
Son personas con las que te vuelves vulnerable automáticamente y son parte de tu vida, de tu día a día. Son afines a ti y cuando se vuelve necesario, te regresan a la realidad en segundos. Esas personas que saben todo de ti y que llegas a conocer tan sinceramente, que las vuelves parte de tu familia, esas personas usualmente se conocen como “amigas”.
Reunirte con ellas es la mejor terapia en el mundo, pues con ellas no hay que ocultar, no hay que mantener la postura, no hay que maquillarse ni tener peinados refinados, simplemente te dejas llevar por la plática y puedes reír hasta que el estómago duela o llorar hasta que no queden lágrimas. Son las que se te vienen a la mente en esos instantes claves de tu vida.
Y viene a mi mente la pregunta ¿te consideras buena amiga? ¿Tienes la fórmula para serlo? Yo no tengo la respuesta, ni la fórmula perfecta, solo sé que debes de estar en el momento y en el lugar correcto, que con una palabra enganchas la conversación, teniendo certeza de que cuentas con la confianza absoluta de esa persona. Debes honrar la confianza que han depositado en ti. Tu amiga se siente vulnerable ante ti y debes atesorar cada palabra en tu corazón, en el baúl de tus propios secretos, porque eso hace un buen amigo.
Si has encontrado esa amistad que te hace sentir a gusto, cultiva momentos, dedícale tiempo, porque ellas son como hermanas en tiempo de desierto, de batalla y de abundancia. Puede ser que no las veas todo el tiempo, pero siempre están en tu corazón, en tus pensamientos y en tus oraciones.
Dedicado a todas mis amigas y amigos verdaderos, gracias por el regalo de su amistad y por confiar hasta los secretos más íntimos. Gracias por estar presentes cada vez que he necesitado de una mano y por convertirse en resilientes en mis momentos de batalla.
1 Comment
Karla Castillo
febrero 20, 2020, 8:13 amHermoso mensaje!! Nos hace recordar la dicha que tenemos de tener esas personas a quien regresar, a quien recurrir, a quien volver en momentos de tormenta y a quien celebrar en momentos de alegría. Gracias por estar allí!!!
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